27/05/2025 - Edición Nº840

Internacionales

Poder, traiciones y vicepresidencias

De Milei a Dilma: cuando los vicepresidentes se rebelan y heredan el poder

25/05/2025 | Rupturas históricas entre presidentes y sus vices han redefinido gobiernos, derrocado líderes e instalado nuevos regímenes. Desde Villarruel hasta Boluarte, el camino al poder a veces empieza con una traición.



La tensión entre Javier Milei y Victoria Villarruel no es un fenómeno aislado. A lo largo de la historia, la figura del vicepresidente —frecuentemente subestimada— ha demostrado ser un pivote clave en momentos de crisis política, vacíos de poder o fracturas ideológicas dentro del Ejecutivo. En Argentina, el distanciamiento entre el presidente libertario y su vice nacionalista revive una larga tradición mundial de “segundos” que terminan protagonizando giros drásticos en el rumbo de los gobiernos.

Desde Estados Unidos hasta Sudamérica, pasando por África y Asia, las peleas entre presidentes y vicepresidentes han servido como catalizadores de cambios políticos profundos. En varios de estos casos, fueron mujeres vices las que, tras ser apartadas o subestimadas, heredaron el poder en contextos convulsos. La historia reciente ofrece una galería fascinante de estas tensiones.

De vicepresidentes a herederos del poder: traiciones, sucesiones y tensiones históricas

Las vicepresidencias fueron diseñadas como herramientas de equilibrio político. Pero cuando el poder se descompone desde dentro, pueden transformarse en trampolines para la sucesión o en detonadores de colapso institucional. De Victoria Villarruel a Michel Temer, repasamos los casos más significativos.

Una figura secundaria que espera su momento

Desde sus orígenes constitucionales, el cargo de vicepresidente ha sido percibido como una especie de seguro institucional. En la práctica, sin embargo, muchas veces fue un rol decorativo o incluso incómodo. En los sistemas presidenciales, los vices son elegidos para sumar votos, amalgamar coaliciones o representar sectores internos. Pero rara vez tienen poder real... hasta que lo tienen todo.

La historia demuestra que los vicepresidentes se vuelven determinantes cuando ocurre alguna de estas tres situaciones:

  • El presidente muere o renuncia (por salud, presión o escándalos).

  • Hay una ruptura política interna (traición, desgaste, tensiones ideológicas).

  • El vice decide actuar como poder alternativo.

En ese triángulo se mueve hoy la Argentina con la creciente tensión entre Javier Milei y Victoria Villarruel, una vicepresidenta con agenda propia, base militar, apoyo en sectores conservadores y un perfil moderado que contrasta con el estilo confrontativo del presidente.

Mujeres vices que se convirtieron en presidentas

Uno de los fenómenos más llamativos del siglo XXI ha sido el ascenso de vicepresidentas que accedieron al poder tras conflictos o crisis. No se trató de una continuidad natural, sino de transiciones traumáticas, rupturas o vacíos de poder:

 Dina Boluarte (Perú, 2022)

  • Vice de Pedro Castillo, no respaldó su autogolpe.

  • Asumió tras su destitución.

  • Se convirtió en la primera presidenta de Perú, enfrentando protestas y acusaciones de represión.

 Jeanine Áñez (Bolivia, 2019)

  • Segunda vicepresidenta del Senado.

  • Asumió tras la renuncia de Evo Morales en medio de una crisis institucional.

  • Su presidencia fue tildada de ilegítima por sectores del MAS y terminó en prisión.

 Rosario Murillo (Nicaragua, en curso)

  • Vicepresidenta de Daniel Ortega, actúa como co-gobernante de facto.

  • Ejemplo extremo de acumulación de poder paralelo desde el cargo.

Traiciones históricas y herencias amargas

 Michel Temer vs. Dilma Rousseff (Brasil, 2016)

  • Dilma lo eligió como garante del PMDB.

  • Temer fue clave en el impeachment y luego asumió la presidencia.

  • Cambió el rumbo del país con una agenda conservadora.

 Julio Cobos vs. Cristina Fernández (Argentina, 2008)

  • Cobos votó en contra de la Resolución 125.

  • Se convirtió en símbolo de “traición institucional” dentro del kirchnerismo.

  • No renunció, pero fue excluido políticamente.

 Donald Trump vs. Mike Pence (EE.UU., 2021)

  • Pence certificó la victoria de Biden, desafiando la presión de Trump.

  • Fue acusado de traidor por los sectores más radicales del trumpismo.

  • El asalto al Capitolio dejó su figura políticamente marcada.

El caso argentino actual: Milei vs. Villarruel

La distancia entre Javier Milei y Victoria Villarruel crece día a día. Disputas por el manejo del Senado, señales divergentes sobre la represión, el vínculo con las Fuerzas Armadas y las internas libertarias abren el interrogante: ¿es esta otra fórmula condenada a romperse?

Villarruel construyó una base propia. Es interlocutora del ala más institucional de la política, defensora de causas de derechos humanos en clave opuesta al progresismo, y apunta a un peronismo disidente. Frente a un Milei que centraliza el poder y confronta sin matices, ella aparece como la opción de gobernabilidad moderada.

¿Escenario posible? Un colapso político o un desgaste acelerado que la coloque como sucesora.

¿Patrón histórico? Vicepresidentas que heredan un país en crisis, con legitimidad dudosa pero estabilidad institucional.

¿Vicepresidentes leales o líderes en espera?

Cuando los sistemas políticos se tensionan, los vicepresidentes pueden mutar de meros acompañantes a figuras clave del poder real. La lealtad suele durar menos que el mandato, y en contextos de crisis, muchas veces son los únicos con legitimidad formal para tomar el timón.

La figura de Victoria Villarruel, en ese sentido, no debe subestimarse. Si bien Argentina no ha vivido aún una ruptura institucional como las de Perú o Brasil, el fantasma del vice heredero planea sobre cada grieta de la Casa Rosada.

La historia reciente indica que, ante presidentes cada vez más personalistas, el vice puede transformarse en su opuesto... y en su reemplazo.