28/05/2025 - Edición Nº841

Internacionales

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La abstención en Venezuela: un respaldo a María Corina y una advertencia para el chavismo

26/05/2025 | La masiva abstención del 25 de mayo dejó expuestas las debilidades del régimen de Nicolás Maduro.



Las elecciones legislativas y regionales celebradas en Venezuela el 25 de mayo de 2025 estuvieron marcadas por una abrumadora abstención. Según la encuestadora Meganálisis, apenas un 3 % del padrón acudió a votar durante las primeras horas. Mientras tanto, centros vacíos y calles desiertas ilustraban una jornada de apatía o, según la oposición, de resistencia cívica.

La líder opositora María Corina Machado saludó la decisión popular como una muestra de “sabiduría” y “valentía”, aludiendo al llamado de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) a no participar en lo que calificaron de “farsa electoral”. Esta postura fue interpretada como un claro respaldo ciudadano a su liderazgo, que se mantiene firme pese a los intentos del chavismo de deslegitimarlo. La abstención masiva, en ese sentido, también funcionó como una validación política de su línea dura y coherente frente al régimen.

Una fractura no resuelta

A contracorriente del boicot propuesto por Machado, otros dirigentes opositores, entre ellos Henrique Capriles y Manuel Rosales, participaron del proceso electoral. Esta decisión volvió a tensar la ya debilitada coalición opositora y encendió un debate incómodo: ¿la abstención fortalece realmente a la causa democrática o simplemente diluye la presión internacional?

El oficialismo, como era previsible, celebró el resultado como un triunfo de la institucionalidad. Pero detrás del teatro electoral, la gran noticia fue la incapacidad de la oposición de presentarse como bloque sólido ante el mundo. La falta de una estrategia consensuada minó el poder simbólico del boicot.

Más allá del chavismo

Aunque buena parte del discurso mediático se centró en criticar la falta de garantías democráticas del régimen, la abstención también dejó al desnudo un problema estructural de la oposición: su dependencia de liderazgos individuales, su desconexión con amplios sectores sociales y su dificultad para traducir el descontento popular en una acción política coherente.

Machado puede haber capitalizado simbólicamente la abstención, pero el riesgo de aislamiento es real. Aun así, su coherencia discursiva y su negativa a convalidar procesos sin garantías le han permitido consolidarse como referente opositor. Si la comunidad internacional percibe un escenario en el que no todos los sectores opositores comparten una estrategia, la narrativa chavista de una oposición fragmentada y funcional a sus propios intereses cobra fuerza.

Un destino incierto

El 25 de mayo no fue solo un fracaso democrático del régimen de Maduro. Fue también un espejo para la oposición. La masiva abstención, aunque leída como protesta, reveló una carencia más profunda: la falta de una dirección política común. Si la oposición no logra articularse en torno a una estrategia clara y compartida, el costo de su propia fragmentación podría ser tan alto como el del autoritarismo que denuncia.