
La líder opositora María Corina Machado saludó la decisión popular como una muestra de “sabiduría” y “valentía”, aludiendo al llamado de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) a no participar en lo que calificaron de “farsa electoral”. Esta postura fue interpretada como un claro respaldo ciudadano a su liderazgo, que se mantiene firme pese a los intentos del chavismo de deslegitimarlo. La abstención masiva, en ese sentido, también funcionó como una validación política de su línea dura y coherente frente al régimen.
A contracorriente del boicot propuesto por Machado, otros dirigentes opositores, entre ellos Henrique Capriles y Manuel Rosales, participaron del proceso electoral. Esta decisión volvió a tensar la ya debilitada coalición opositora y encendió un debate incómodo: ¿la abstención fortalece realmente a la causa democrática o simplemente diluye la presión internacional?
El PODER lo tienes TÚ.
— María Corina Machado (@MariaCorinaYA) May 26, 2025
Venezuela DESOBEDECIÓ.
Vamos 4 a 0.
Y no hay QUINTO MALO…. pic.twitter.com/39OToTFyYM
El oficialismo, como era previsible, celebró el resultado como un triunfo de la institucionalidad. Pero detrás del teatro electoral, la gran noticia fue la incapacidad de la oposición de presentarse como bloque sólido ante el mundo. La falta de una estrategia consensuada minó el poder simbólico del boicot.
Aunque buena parte del discurso mediático se centró en criticar la falta de garantías democráticas del régimen, la abstención también dejó al desnudo un problema estructural de la oposición: su dependencia de liderazgos individuales, su desconexión con amplios sectores sociales y su dificultad para traducir el descontento popular en una acción política coherente.
Machado puede haber capitalizado simbólicamente la abstención, pero el riesgo de aislamiento es real. Aun así, su coherencia discursiva y su negativa a convalidar procesos sin garantías le han permitido consolidarse como referente opositor. Si la comunidad internacional percibe un escenario en el que no todos los sectores opositores comparten una estrategia, la narrativa chavista de una oposición fragmentada y funcional a sus propios intereses cobra fuerza.
En #Venezuela hoy hubo una farsa electoral y la gente envió un mensaje quedándose en sus casa.
— Vente Miranda (@VenteMiranda) May 25, 2025
¡No vamos a legitimar una adjudicación de cargos!
Los principales centros de votación de #AndresBello en el estado #Miranda también estuvieron vacíos #YoNoObedezco #YoYaVotéEl28J pic.twitter.com/o0dkinfNQX
El 25 de mayo no fue solo un fracaso democrático del régimen de Maduro. Fue también un espejo para la oposición. La masiva abstención, aunque leída como protesta, reveló una carencia más profunda: la falta de una dirección política común. Si la oposición no logra articularse en torno a una estrategia clara y compartida, el costo de su propia fragmentación podría ser tan alto como el del autoritarismo que denuncia.