29/05/2025 - Edición Nº842

Judiciales

Crimen y castigo

La dura condena que recibió la científica del Conicet que mató a su amigo en medio de un juego sexual

26/05/2025 | Un tribunal sanjuanino encontró culpable a Luciana Bustos por el delito de homicidio agravado. La defensa alegó legítima defensa, pero no convenció al jurado.



Este lunes 26 de mayo, la Justicia de San Juan condenó a la investigadora del Conicet, Luciana Bustos, por el asesinato de Marcelo Amarfil, un profesor de Educación Física. El crimen ocurrió en enero del año pasado, durante un encuentro sexual dentro de un auto estacionado en la localidad de 9 de Julio, donde la víctima fue asesinada de seis puñaladas.

El tribunal, compuesto por los jueces Gerardo Fernández Caussi, Guillermo Adárvez y Matías Parrón, condenó a la científica a la pena de prisión perpetua en un fallo unánime.

La Fiscalía, representada por Gemma Cabrera y Francisco Pizarro, había solicitado la pena máxima por homicidio agravado por el vínculo, y logró sostener su teoría: que el crimen fue premeditado.

Los fiscales argumentaron que Bustos había comprado cloroformo y mandado a afilar el cuchillo un día antes del hecho, lo que demostraba planificación. Peritos forenses respaldaron esa línea al confirmar que las heridas en el cuerpo de Amarfil fueron causadas por ella.

Marcelo Amarfil y Luciana Bustos eran amigos pero mantenían una relación sentimental oculta.

La defensa, integrada por Fabiana Salinas y Néstor Olivera, pidió la absolución e intentó invalidar el juicio por la reproducción de pruebas sin control técnico. Además, sostuvo que Bustos actuó en legítima defensa, asegurando que Amarfil intentó abusar de ella. Sin embargo, el tribunal rechazó ambas posturas. “Soy inocente, creo en la Justicia”, dijo la acusada en sus últimas palabras antes del veredicto.

Uno de los puntos centrales del fallo fue que el vínculo afectivo entre ambos estaba probado, aunque el tribunal no incorporó la agravante de alevosía, también solicitada por el Ministerio Público. El móvil del crimen, según la acusación, fue evitar que se conociera una doble vida: Bustos mantenía una relación formal con otra mujer y habría querido ocultar su vínculo con Amarfil.

Terminado el juicio, la hermana de la víctima, Graciela Amarfil, manifestó su conformidad con la condena. “Ella -por la acusada- mintió desde el primer momento. Mi hermano la amaba, siempre hablaba de Luchi. Nunca la voy a perdonar”, declaró ante la prensa. Además, agregó que la sentencia sirvió para “limpiar la imagen” de su hermano, a quien describió como una persona afectuosa y no violenta.

LN