29/05/2025 - Edición Nº842

Internacionales

Tensión en La Paz

Bolivia incauta explosivos presuntamente vinculados a simpatizantes de Evo Morales

28/05/2025 | La Policía boliviana decomisó dinamita y detonadores antes de una marcha convocada por sectores afines a Morales, en medio de una creciente crisis política.



La Policía de Bolivia incautó 47 cachorros de dinamita, más de 20.000 detonadores y 55 mechas con fulminante durante un operativo realizado el 27 de mayo en La Paz. El material explosivo fue hallado en posesión de dos personas que no pudieron justificar legalmente su tenencia, lo que motivó su inmediata aprehensión.

Según el viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, los explosivos estaban destinados a una marcha organizada por simpatizantes del expresidente Evo Morales, que buscan presionar al Tribunal Supremo Electoral para habilitar su candidatura a las elecciones de agosto.

Un intento de generar convulsión

Quieren presentar la movilización como pacífica, pero en realidad buscan crear un clima de convulsión social”, declaró Aguilera. En respuesta, el Gobierno desplegó 3.000 efectivos para proteger edificios institucionales claves, como el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

La incautación ocurre en un contexto político caldeado: Evo Morales enfrenta impedimentos legales para postularse, entre ellos un fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional que limita la presidencia a dos mandatos, ya sean continuos o discontinuos. Morales ya ocupó el cargo en tres períodos consecutivos (2006-2019).

Polarización y desconfianza creciente

El hallazgo de explosivos profundiza la división política en Bolivia, donde las movilizaciones impulsadas por Morales han derivado en fuertes choques con las fuerzas de seguridad. Las autoridades no descartan nuevas detenciones y refuerzan la seguridad ante la posibilidad de actos violentos en las próximas semanas.

La tensión también pone a prueba la capacidad del gobierno de Luis Arce, heredero político de Morales, para mantener el orden sin romper con su base electoral. La oposición, por su parte, denuncia un intento de desestabilización con fines electorales.

Momento cumbre 

Este operativo revela el delicado equilibrio que atraviesa Bolivia entre el derecho a la protesta y la amenaza de acciones violentas. A medida que se acercan las elecciones, la posibilidad de una escalada social crece, mientras se discute el legado político de Evo Morales y su lugar en el futuro del país.

En ese marco, el rol de las fuerzas de seguridad será determinante: una respuesta desmedida puede derivar en represión, pero una inacción podría abrir paso al caos. Además, el posicionamiento de Arce frente a las acciones de Morales podría definir el rumbo del oficialismo y su estabilidad institucional. El país se enfrenta así a un momento bisagra, en el que las decisiones políticas y judiciales tendrán consecuencias profundas para su democracia.