
A pesar de los desencuentros, Villarruel ha mostrado gestos para recomponer la relación y consolidar su posición dentro del oficialismo.
En un intento por bajar la tensión, la vicepresidente eliminó de su perfil de la red social X un mensaje en el que calificaba a Francia como "colonialista", declaración que generó un conflicto diplomático y llevó a Karina Milei a disculparse con el embajador francés.
Además, la vicepresidenta publicó imágenes de reuniones con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, destacando la gestión del gobierno y utilizando expresiones como "nuestro gobierno".
Estos movimientos buscan mostrar una actitud colaborativa y alineada con el Ejecutivo, a pesar de las diferencias internas.
A pesar de los gestos conciliadores, las tensiones entre Villarruel y el círculo cercano al presidente persisten. Karina Milei y el asesor presidencial Santiago Caputo han manifestado desconfianza hacia la vicepresidenta, especialmente por sus vínculos con sectores del PRO y su estilo más moderado y dialoguista.
Villarruel ha sido excluida de decisiones clave y actividades oficiales, y su influencia en la campaña electoral de 2025 ha sido limitada. A pesar de mantener una alta imagen positiva, su rol dentro del oficialismo se ha visto reducido, lo que ha generado malestar entre sus seguidores y aliados políticos.
La vicepresidenta busca recomponer su relación con el presidente y su entorno, y consolidar su posición dentro del oficialismo. Sin embargo, las diferencias ideológicas y estratégicas, así como la desconfianza mutua, representan obstáculos significativos. El futuro político de Villarruel dependerá de su capacidad para navegar estas tensiones y encontrar espacios de influencia dentro de un gobierno marcado por liderazgos fuertes y centralizados.