
Leonardo Cositorto, el fundador y líder de Generación Zoe, volverá a sentarse en el banquillo de los acusados. Este jueves, comenzará en Salta el segundo juicio oral y público en su contra, donde enfrenta cargos por estafas reiteradas y asociación ilícita en perjuicio de 118 inversores que fueron seducidos por promesas de rentabilidad exorbitantes.
El proceso judicial comienza esta mañana en la Sala de Grandes Juicios del Poder Judicial de Salta, ante el tribunal conformado por los jueces Martín Pérez (presidente), Javier Araníbar y Leonardo Gabriel Feans. La acusación estará a cargo de la fiscal penal Ana Inés Salinas Odorisio, titular de la Unidad de Delitos Económicos Complejos (UDEC).
Cositorto llegó a Salta días atrás, trasladado desde la cárcel de Goya, Corrientes, donde en marzo fue condenado a 12 años de prisión efectiva por liderar un esquema delictivo con las mismas características. Desde entonces, se encuentra alojado en la Alcaidía General de Salta, bajo custodia del Servicio Penitenciario Provincial, aguardando el inicio del juicio.
En esta nueva causa, el Ministerio Público Fiscal sostiene que desde el año 2021, Cositorto y sus cómplices operaron una filial local de Generación Zoe en calle Pellegrini 782, donde ofrecían membresías con promesas de retornos mensuales del 7,5% al 10%, equivalentes a una supuesta ganancia anual del 120%. A cambio, se exigía una inversión inicial de entre 500 y 1.000 dólares.
Además de Cositorto, están imputados como coautores otros cuatro integrantes de la organización: Ricardo Vilardel, Jorge Vilardel, Ana Lucía Vilardel y Vilma Albornoz, quienes habrían colaborado activamente en la captación de víctimas. Todos enfrentarán el juicio por el mismo esquema fraudulento que ya fue desenmascarado en varias provincias argentinas.
Desde su detención, Cositorto ha negado sistemáticamente las acusaciones, asegurando que es víctima de una “persecución política y judicial”. Sin embargo, la fiscalía lo señala como el jefe de una estructura criminal organizada, cuyo propósito era obtener fondos mediante el engaño sistemático y la explotación de expectativas económicas.
La causa en Salta es una de las más voluminosas en términos de cantidad de víctimas y refuerza el alcance nacional que tuvo Generación Zoe, cuya red ofrecía una combinación de criptomonedas, coaching motivacional, retornos financieros imposibles y membresías elitistas, todo sin respaldo económico real.
LN