
La isla de Annobón, en África, no solo está vinculada a la Argentina por el período en el que formó parte del Virreinato del Río de la Plata. El pueblo que en 2022 proclamó su independencia y se autodeclaró república soberana, tiene una historia de lucha pero también de pasión por el fútbol.
Durante los años sesenta, en las playas a orillas del Océano Atlántico, a cientos de kilómetros de las costas continentales africanas, el pueblo annobonés tenía en el fútbol su principal deporte. Hombres y mujeres terminaban su rutina a la tarde, para correr detrás de la pelota con el mar de fondo. Entre los seis equipos que existían, se encontraban algunos como Mamavida (“Sufrimiento” en fa d’Ambu), un plantel de mayores que cuando jugaba paralizaba a todo el pueblo. Pero sin dudas, el que sobresalía era Duma Duma.
El fútbol era una parte central en la tranquila vida cotidiana, hasta la independencia de Guinea Ecuatorial en 1968. En ese entonces, el presidente de la primera república, Francisco Macías Nguema, abandonó la isla a su suerte. Recurrentes epidemias desatendidas por el poder central y la deportación forzosa de todos los hombres, a partir de la llegada al poder de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, el dictador más longevo del planeta, hicieron el resto. El incipiente fútbol annobones, que comenzaba a organizarse en una liga, se detuvo.
Sin embargo, durante los años 70’, los jóvenes de Annobón que se reencontraron en Malabo, volvieron a ponerse los botines y conformaron nuevamente el Duma Duma. El equipo, llegó a participar de la Primera División de la Federación Ecuatoguineana de Fútbol (FEGUIFUT), que se fundó en 1975. Entre sus jugadores, brillaba Lunë Alfaro, un habilidoso mediocampista con un buen despliegue ofensivo y llegada al área rival.
El equipo también estaba integrado por annoboneses como Damián Bôlôc, Pä Dejen, Zë Capis, Mänkua, Pichi Solsona, Chec Merï Merï, Podenco, Sisa Torres, Ojo Moyé, Finiki, Gutïn Bäpiô, Ebotri, Okïri y Tö Bondo, entre otros. A medida que la dictadura de Obiang sembraba el terror, la presencia de armas de fuego, aprietes y maltratos hacia los jugadores se fue incrementando.
De esa forma, el Duma Duma fue obligado a abandonar la práctica del fútbol federado por estar integrado por jugadores de Annobón. Sin embargo, el talento de Lunë Alfaro fue requerido para jugar con la selección nacional. El fútbol de Guinea Ecuatorial, después de su independencia, seguía estando representado por la Federación Española de Fútbol. Hasta que en 1986, la FEGUIFUT fue reconocida por la Federación de Fútbol Internacional (FIFA) y la Confederación Africana de Fútbol (CAF).
Mientras la FIFA que lidera Gianni Infantino, promueve valores como la no discriminación, el respeto y la tolerencia en el fútbol y financia proyectos, la FEGUIFUT que maneja con puño de hierro Venancio Tomás Ndong Michá, continúa marginando y excluyendo del fútbol federado a todas aquellas personas que nacieron o tienen vínculo con la Isla de Annobón. Eso sí, para mejorar el pobre rendimiento de la selección, los dirigentes deportivos intentan convencer a los hijos de los annoboneses que viven en el exilio en España de que jueguen para Guinea Ecuatorial, al igual que lo hacen con los jugadores brasileños que logran nacionalizar.
El objetivo es maquillar la mala gestión de la FEGUIFUT y reforzar la pobre actuación de la selección, dirigida actualmente por Juan Michá, con apenas una sola participación en la Copa Africana de Naciones. Buscan utilizar el talento futbolístico annabones, como hicieron en los años setenta.
Lunë Alfaro, aquel extraordinario mediocampista, murió el año pasado. A pesar de su enorme aporte al equipo internacional de Guinea Ecuatorial, la Federación ni ningún jugador de la selección de aquel entonces lo recordaron.
La dictadura de Obiang y sus brazos ejecutores de la FEGUIFUT intentan silenciar también un extraordinario legado futbolístico. Pero aquel legendario equipo de Duma Duma, hoy encargando en la causa independentista de Ambô Legadu, persiste en la memoria de una generación y gambetea a la dictadura, como lo hacía Lunë Alfaro cada vez que jugaba al fútbol en las playas de la Isla de Annabón.
Venancio Tomás Ndong Michá: “tenemos un pacto con los árbitros de pagarles al final de cada temporada” https://t.co/EIXmnUqllv pic.twitter.com/bURTOZjVi7
— FeguifutOfficial (@NzalangNacional) May 19, 2025