
La Justicia santafesina dictó la prisión preventiva para el suboficial Brian Ezequiel Aguirre, acusado de dispararle en la cabeza a su pareja embarazada en la ciudad de Coronda.
El juez Nicolás Falkenberg aceptó el planteo del fiscal Alejandro Benítez, quien sostiene que no fue un accidente, como alegó el imputado, sino un intento de femicidio agravado por el vínculo, la violencia de género y el uso de arma de fuego, en concurso con tentativa de aborto.
El hecho ocurrió el domingo 18 de mayo por la noche en una vivienda de la calle Laguna Paiva al 1100. Según el relato del tío de la víctima, presente en la casa, tras escuchar el estruendo del disparo, encontró a la joven gravemente herida y al acusado diciendo que “se le escapó el disparo” mientras manipulaba su arma reglamentaria.
La víctima fue trasladada de urgencia al hospital José María Cullen en Santa Fe, donde fue intervenida quirúrgicamente. Los médicos le practicaron una cesárea de emergencia para salvar al bebé y trataron una grave herida de bala en la cabeza. Su estado inicial fue crítico, aunque logró sobrevivir.
Sin embargo, la clave del giro en la causa fue la declaración de la propia víctima. En diálogo con psicólogas del Ministerio Público de la Acusación, la joven desmintió la versión del accidente. Además, reveló un patrón de violencia previa en la relación con Aguirre. Sus palabras fueron fundamentales para sostener la acusación por tentativa de homicidio triplemente calificada y tentativa de aborto.
En la audiencia realizada en los tribunales de Santa Fe, el fiscal Benítez resaltó que las evidencias recopiladas, incluida la declaración de la víctima y las pericias forenses, no coinciden con el relato del acusado. “La relación que él describe no se condice con lo que pudimos verificar desde que se inició la investigación”, afirmó. El magistrado consideró acreditada la verosimilitud del hecho y la participación criminal de Aguirre, además del peligro de fuga y la posibilidad de entorpecer la investigación.
LN