17/07/2025 - Edición Nº891

Internacionales

Política laboral

El Salvador: Nayib Bukele impulsa el bienestar obrero con un nuevo aumento del salario

31/05/2025 | A partir del 1 de junio, más de medio millón de trabajadores salvadoreños verán un incremento del 12 % en sus ingresos.



El Gobierno de El Salvador da un paso firme en su política de dignificación laboral con la entrada en vigencia del nuevo salario mínimo este domingo 1 de junio. Con un incremento del 12 % en todos los sectores productivos, esta medida beneficiará directamente a más de 524,000 trabajadores, y refleja el compromiso del presidente Nayib Bukele con el bienestar social y la justicia económica.

Este ajuste fue aprobado por unanimidad por el Consejo Nacional del Salario Mínimo (CNSM), que reúne a representantes del Gobierno, trabajadores y empleadores. La decisión no solo cumple con lo estipulado legalmente —la revisión salarial cada tres años—, sino que también responde a una realidad económica en recuperación y a la necesidad de garantizar condiciones de vida más justas para los sectores más vulnerables.

Cifras que marcan la diferencia

Los nuevos salarios mínimos se distribuyen según la actividad productiva: $408.80 para industria y comercio, $402.32 en maquila textil, $305.23 en caña de azúcar y beneficio de café, y $272.53 para actividades agropecuarias y pesca. Si se compara con el anterior ajuste de 2021 —que fue del 20 %—, el acumulado salarial en menos de cuatro años asciende al 32 %, lo que representa una transformación sustancial en los ingresos del trabajador promedio.

En un país donde por décadas los sueldos fueron estancados, estas decisiones reflejan un giro estructural: la política económica salvadoreña deja de centrarse únicamente en las metas macro y pone en el centro al ser humano.


Desde el año 2001, El Salvador utiliza el dólar estadounidense (USD) como su moneda de curso legal. 

Supervisión rigurosa y compromiso institucional

El Ministerio de Trabajo, encabezado por Rolando Castro, ha desplegado un amplio operativo de inspección para asegurar que todas las empresas acaten la nueva tabla salarial. "No hay excusas para no cumplir", afirmó Castro. La iniciativa será acompañada de sanciones firmes contra empleadores incumplidores, como parte de una estrategia más amplia para formalizar el empleo y reducir la explotación laboral.

Esta supervisión es una señal clara: el Estado no solo promulga leyes, sino que garantiza su ejecución efectiva. En ese marco, se fortalece la institucionalidad y se establece un nuevo estándar de responsabilidad empresarial.

Un modelo alternativo para América Latina

A contracorriente de las tendencias regionales que promueven ajustes laborales regresivos en nombre de la competitividad, El Salvador ofrece un ejemplo concreto de cómo se puede aumentar el salario mínimo sin afectar el crecimiento económico. El país ha mantenido estabilidad fiscal, incrementado la recaudación y fomentado el consumo interno, mostrando que el desarrollo también puede construirse desde abajo.

Mientras muchos gobiernos evitan discutir reformas salariales por presiones externas o temor a los mercados, El Salvador demuestra que una política social audaz y planificada es compatible con una economía en expansión.

Un paso hacia la equidad real

El aumento del salario mínimo en El Salvador no es una medida aislada, sino parte de una política sostenida que reconoce el valor del trabajo como piedra angular del desarrollo. En un entorno donde la precariedad laboral ha sido la norma, esta decisión reafirma el rumbo del país hacia una economía más humana, donde la productividad no se mida solo en cifras, sino también en dignidad.

Con este tipo de acciones, el Gobierno salvadoreño se posiciona como un referente para otros países latinoamericanos que buscan reconciliar crecimiento económico con justicia social.