Tensión diplomática: Venezuela desafía a Estados Unidos con su advertencia de viaje

El gobierno de Nicolás Maduro emitió este domingo una alerta máxima de viaje para sus ciudadanos que se encuentren en Estados Unidos o que tengan planeado viajar allí. El anuncio, realizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores a través de Telegram, instó a evitar todo desplazamiento al país norteamericano y sugirió incluso el retorno inmediato para quienes ya residen allí.

La decisión llega como respuesta directa a la advertencia de nivel 4 que mantiene Estados Unidos sobre Venezuela, que desaconseja cualquier viaje a ese país debido a riesgos como detenciones arbitrarias, terrorismo, secuestros y colapso institucional. Pero esta contraalerta venezolana no solo es reactiva: también busca reforzar la narrativa oficial sobre la supuesta hostilidad sistemática de EE.UU. hacia América Latina.

Una denuncia cargada de ideología

En el mensaje difundido, la cancillería de Maduro acusó a Washington de ser un lugar inseguro para los latinoamericanos, señalando "detenciones arbitrarias, racismo asesino y prácticas institucionales hipócritas". El tono no es nuevo en la diplomacia chavista, pero esta vez se presenta con un carácter más formal y público, buscando generar eco tanto interno como regional.

Para Caracas, la alerta tiene un doble objetivo: afianzar una posición de soberanía frente a Estados Unidos y alinearse con una retórica más amplia de denuncia contra el orden internacional dominado por Occidente, especialmente en un año electoral clave para Venezuela.

Reacciones limitadas y efecto real dudoso

Más allá del impacto mediático, la alerta difícilmente tenga consecuencias prácticas. La mayoría de los venezolanos en Estados Unidos —una diáspora cercana a los 500.000— no parecen dispuestos a alterar su residencia o sus planes por este tipo de comunicados. Sin embargo, el mensaje apunta más al plano simbólico que al migratorio, reforzando la lógica de confrontación con EE.UU. como parte de la política exterior bolivariana.

Organizaciones de derechos humanos han criticado tanto a Caracas como a Washington por usar las alertas de viaje como armas diplomáticas. El clima de hostilidad recíproca ha dificultado acuerdos migratorios, consulares y de cooperación humanitaria, manteniendo en vilo a cientos de miles de personas atrapadas en medio de la tensión bilateral.

🚨 ATENTOS 🚨🧏🏻🇻🇪 Gobierno Venezolano emite alerta de viaje para nuestros compatriotas que tienen planificado viajar o residen en EEUU 🇺🇲 en vista a la persecución que dicho país tiene en contra de nuestros migrantes venezolanoshttps://t.co/ROC6ztiAcK pic.twitter.com/cOadU6Iq5Y

— José Antonio Perdomo (@Joseanperdomo) June 1, 2025

Venezuela reacciona 

Esta nueva alerta de Venezuela hacia EE.UU. es menos un aviso de seguridad y más una pieza dentro del tablero geopolítico. Busca reafirmar la idea de un Estado soberano que denuncia la doble moral de Occidente y, al mismo tiempo, responde con las mismas herramientas diplomáticas.

En un contexto regional donde otros países están buscando distender relaciones con Washington, Caracas elige redoblar su postura confrontativa, apelando al simbolismo y al discurso ideológico como forma de sostener su legitimidad interna. La efectividad real de esta advertencia será marginal, pero su valor político es evidente.