
A punto de cumplirse un año de la desaparición de Loan Danilo Peña en el paraje El Algarrobal, provincia de Corrientes, el fiscal federal Adolfo Schaefer confirmó que el juicio oral contra los siete acusados por la sustracción y ocultamiento del niño podría comenzar antes de fin de año. "Va a ser un juicio largo, de tres o más meses. Yo me imagino que para fin de año o antes estaríamos haciendo el juicio oral", expresó en declaraciones televisivas.
Loan tenía cinco años cuando fue visto por última vez el 13 de junio de 2024, durante una reunión familiar. Según la hipótesis de la fiscalía, fue separado del cuidado de su padre con la excusa de ir a buscar naranjas y luego trasladado por un grupo de adultos hacia una zona de monte, donde fue interceptado y apartado deliberadamente de su entorno.
Entre los imputados se encuentran el ex marino Carlos Pérez y su esposa, la ex funcionaria municipal María Victoria Caillava. Ambos están señalados como los autores materiales de la sustracción: las pruebas señalan que subieron a Loan a una camioneta Ford Ranger, un dato que fue corroborado por el trabajo de los perros rastreadores y otras evidencias que ubican al menor en ese vehículo.
El fiscal Schaefer también mencionó un hallazgo clave: una mancha de sangre humana en la camioneta del matrimonio, cuya procedencia Caillava intentó explicar como una supuesta herida de un mecánico. Sin embargo, el taller consultado negó haber realizado reparaciones en ese vehículo durante el año en cuestión.
Además del matrimonio, están imputados Bernardino Benítez, Laudelina Peña (tía del menor), Daniel Ramírez y Mónica Millapi, todos como coautores. El entonces jefe de la comisaría de 9 de Julio, Walter Maciel, está acusado como partícipe necesario por haber simulado una búsqueda e interferido en la investigación desde su rol institucional.
El fiscal Schaefer fue categórico al afirmar que no se trató de un extravío. “Está probado que Loan fue sustraído y ocultado. Las pruebas lo demuestran con claridad”, sostuvo. A pesar de que el juicio solo abarcará la sustracción y el ocultamiento del menor, la fiscalía no descarta que haya sido víctima de otro hecho grave. En cualquiera de los escenarios posibles, sostiene Schaefer, el grupo se encargó de alejarlo del lugar y mantenerlo desaparecido.
Los operativos de búsqueda realizados durante estos meses no dieron resultados positivos. En reiteradas ocasiones se rastrilló la zona donde fue visto por última vez y sus alrededores, pero nunca se encontraron rastros concluyentes. Tampoco surgieron testimonios firmes sobre gritos o movimientos del menor. Incluso un vecino que aseguró haber oído un grito infantil se desdijo después.
La causa judicial sigue abierta, y con ella nuevas líneas de investigación centradas en el análisis de evidencia digital y la ruta del dinero de los implicados. “Esto no terminó: la causa sigue activa y lo más importante es encontrar a Loan”, concluyó Schaefer.
LN