04/06/2025 - Edición Nº848

Internacionales

Violencia institucional

Bolivia investiga el asesinato de un coronel en un cuartel militar de Santa Cruz

02/06/2025 | El Ejército calificó el hecho como un "acto criminal" mientras aumentan las tensiones dentro de las Fuerzas Armadas.



El Ejército de Bolivia investiga el asesinato del coronel Juan Javier Soliz Cáceres, comandante del Regimiento de Satinadores 2 Francisco Manchego, quien fue hallado con una herida de bala dentro de un cuartel en Santa Cruz. El suceso ocurrió cerca de la medianoche del viernes 30 de mayo. Aunque el oficial fue trasladado de inmediato a un hospital militar, falleció pocas horas después.

La autopsia confirmó que la causa del deceso fue una fractura encefálica grave provocada por un proyectil de arma de fuego. El hecho ha generado conmoción tanto en el ámbito castrense como en la esfera política, especialmente en un país donde recientes antecedentes han tensado la relación entre las Fuerzas Armadas y el poder civil.

Reacciones y primeras medidas

El Ejército boliviano calificó el crimen como un "acto criminal" y aseguró que se están tomando todas las medidas necesarias para esclarecer el hecho, incluida la toma de declaraciones a la esposa del coronel y a los efectivos que se encontraban en el mismo cuartel. La institución reafirmó su compromiso con la justicia y con el respeto a los derechos humanos.

Este tipo de hechos no es común dentro de instalaciones militares, y su gravedad se agrava por tratarse de un comandante en funciones. El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, aún no ha emitido declaraciones, aunque se espera una conferencia de prensa en las próximas horas para brindar más detalles sobre el contexto del crimen.

Un contexto de creciente tensión militar

El asesinato ocurre en un momento políticamente sensible para Bolivia. Apenas un año antes, en 2024, el exgeneral Juan José Zúñiga encabezó un intento fallido de golpe de Estado contra el presidente Luis Arce. Zúñiga, junto a otros 21 militares, está siendo procesado por los delitos de terrorismo y alzamiento armado.

Según sus propias declaraciones, Zúñiga buscaba mejorar la imagen presidencial en medio de una profunda crisis económica y una marcada pérdida de confianza en las instituciones. El gobierno ha negado cualquier implicancia en la intentona golpista, pero las heridas institucionales aún permanecen abiertas.

Fracturas en la estructura castrense

La muerte del coronel Soliz Cáceres puede interpretarse como un síntoma de las fracturas internas que atraviesan a las Fuerzas Armadas bolivianas. No se trata únicamente de un caso policial: el asesinato ocurre en un contexto de desconfianza institucional y posibles conflictos internos, donde la lealtad y el mando están en disputa.

Aunque por ahora no hay pruebas de una conexión directa con los hechos de 2024, el momento en que sucede el crimen obliga a observar el caso con cautela. La falta de información oficial clara y la necesidad urgente de una investigación transparente serán claves para evitar una mayor erosión de la ya comprometida institucionalidad boliviana.