Annobón enfrenta al régimen de Obiang: su abogado pide ayuda internacional y a la Argentina

“Están desapareciendo a nuestra gente por protestar”, denuncia el abogado Aitor Martínez, representante legal del gobierno en el exilio de Annobón. Esta pequeña isla africana, alguna vez parte del Virreinato del Río de la Plata, se convirtió en epicentro de un llamado desesperado por justicia ante una brutal represión estatal. El régimen de Teodoro Obiang, el más longevo del mundo, ha desatado una ola de violencia que incluye detenciones arbitrarias, torturas y represión de cualquier disidencia.

Annobón es una isla remota en el golfo de Guinea, con menos de 3.000 habitantes. Aunque territorialmente forma parte de Guinea Ecuatorial, su población históricamente ha mantenido una identidad y cultura propia. En los últimos meses, la represión por parte del gobierno de Obiang se intensificó luego de que comunidades locales se manifestaran contra la explotación del territorio, especialmente tras explosiones con dinamita que afectaron gravemente el medioambiente y la seguridad de sus habitantes.

Teodoro Obiang, el dictador de Guinea Ecuatorial.

Según el abogado Martínez, en el marco de esas protestas se produjeron al menos 42 detenciones ilegales. Muchos de los arrestados fueron víctimas de desapariciones forzadas: están incomunicados, no se conoce su paradero, ni se les garantiza el derecho al habeas corpus. “Esto configura delitos de lesa humanidad”, sostuvo el abogado en una entrevista, y explicó que ya se está presentando documentación ante organismos internacionales.

El gobierno annobonés en el exilio, encabezado por Orlando Cartagena Lagar, apunta a lograr el reconocimiento internacional como Estado soberano. En una estrategia que une historia y diplomacia, recurrieron a Argentina: la isla fue parte del Virreinato del Río de la Plata durante la época colonial y eso sirve como ancla histórica para solicitar ayuda institucional y visibilidad.

Cartagena Lagar y su equipo apuntan a que la ONU, particularmente el Consejo de Derechos Humanos, tome cartas en el asunto y condene al régimen de Obiang. Mientras tanto, buscan sumar apoyos diplomáticos que ayuden a presionar al gobierno ecuatoguineano para liberar a los detenidos y detener las violaciones sistemáticas.

“Lo que sucede en Annobón no es un caso aislado. Es parte de un patrón represivo que lleva décadas”, denunció Martínez. Organizaciones como Robert F. Kennedy Human Rights están colaborando con la difusión del caso. También se anticipa que en las próximas semanas se presenten pruebas ante cortes internacionales.

El reclamo de Annobón también plantea un debate sobre el derecho de autodeterminación de los pueblos. La isla, que ha sido históricamente ignorada por el poder central ecuatoguineano, busca ejercer su soberanía con apoyo internacional. Pero enfrenta a un régimen consolidado, con fuerte control territorial y apoyo militar.

El grito de Annobón no es solo por libertad, sino por sobrevivencia. Las denuncias de torturas, desapariciones y represión sistemática exigen una respuesta inmediata de la comunidad internacional. Argentina, con su historia y principios de defensa de los derechos humanos, tiene hoy la oportunidad de alzar la voz por este pequeño pero valiente pueblo africano.