
Se trata de la sección electoral más populosa de la provincia, que concentra casi un tercio del padrón bonaerense. Está compuesta por los municipios de Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Berisso, Brandsen, Cañuelas, Ensenada, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, La Matanza, Lanús, Lobos, Lomas de Zamora, Magdalena, Presidente Perón, Punta Indio, Quilmes y San Vicente.
En esta región, tradicionalmente afín al peronismo, se renuevan 18 bancas en la Cámara de Diputados bonaerense y se eligen intendentes, concejales y consejeros escolares. En ese contexto, el regreso de Cristina Kirchner a una boleta como candidata no sólo busca reforzar el caudal electoral de Unión por la Patria, sino también reactivar la militancia y disputar una agenda social que se ha visto debilitada por el avance libertario en otros distritos.
Según los datos del padrón 2023, en la Tercera hay más de 4,8 millones de electores, con una fuerte concentración en La Matanza, Lomas de Zamora y Quilmes. En las últimas elecciones legislativas, el peronismo logró allí más del 50% de los votos. Sin embargo, la caída en la participación electoral y el crecimiento de fuerzas como La Libertad Avanza en algunos municipios encendieron las alertas dentro del oficialismo.
“Voy a ser candidata en la Tercera Sección Electoral”, confirmó la ex presidenta en una entrevista televisiva, en la que además cuestionó el desdoblamiento electoral: “No es un capricho. Son 17 millones de personas que van a tener que ir a votar en dos semanas distintas”, advirtió, en referencia a la separación entre las elecciones nacionales y provinciales.
Lejos de hablar de “volver a enamorar” al electorado, Cristina Kirchner puso el eje en la necesidad de “volver a representar”, en un mensaje directo a una sociedad marcada por el desencanto y el ausentismo. El desafío de su candidatura es reactivar la base electoral peronista y recuperar parte del voto joven y femenino que en los últimos años se mostró más fragmentado o desmovilizado.
Además de su peso simbólico, la presencia de Cristina en la boleta busca unificar al peronismo bonaerense, que llega dividido entre distintas referencias locales y en tensión con el armado nacional. Su candidatura en la sección más determinante de la provincia podría funcionar como un ancla para ordenar hacia abajo la disputa municipal y legislativa.
La Tercera siempre fue un bastión del kirchnerismo, pero la elección no está definida. El éxito dependerá no sólo de la figura de Cristina, sino de la capacidad del peronismo para traducir esa presencia en votos concretos, frente a una oposición que crece en algunos distritos y a una ciudadanía cansada de la fragmentación electoral.
De aquí a septiembre, todos los ojos estarán puestos en esta región. Con la candidatura de Cristina Kirchner, la Tercera vuelve a ser el corazón político del conurbano bonaerense. Y su resultado puede marcar el pulso de lo que viene en la política argentina.