
“Intentaré ser breve”, empieza diciendo Agostina Sol Napoli en una historia de Instagram donde relata el violento asalto que sufrió y las secuelas que aún arrastra. La influencer, conocida como “Mamá Ahorro” por su contenido sobre ahorro y economía cotidiana, fue víctima de un robo en plena calle mientras manejaba con su hijo y un amiguito. El episodio no solo implicó el robo del celular, sino también un fuerte shock emocional y una serie de fraudes bancarios posteriores que dejaron a la familia en crisis.
El hecho ocurrió cuando Agostina circulaba por la avenida Juan B. Justo, giró por Godoy Cruz y luego se disponía a tomar avenida Córdoba. “Venía con Benicio y un amiguito en la parte de atrás. Me freno en el semáforo, no me parecía mal, estaba todo lleno de autos. Agarré el teléfono que lo tenía adelante, en la palanca de cambios. Estaba viendo algo en el mapa, desatenta, y se me vino todo el vidrio encima. Me arrancó el celular. Yo intenté manotearlo pero me quedé con los cables. Salió corriendo. Lo primero que hice fue mirar a los chicos, ver si estaban bien”, narró visiblemente afectada.
En shock, avanzó unos metros sin saber bien hacia dónde iba. Se encontró con un patrullero, les hizo luces y lo detuvo. Uno de los oficiales la escoltó hasta la casa del amiguito que debía dejar, mientras ella trataba de recomponerse. “Estaba como en blanco”, reconoció.
Cuando llegó a su casa, comenzó otra pesadilla. Agostina bloqueó el iPhone vía iCloud, cambió contraseñas de sus cuentas bancarias y billeteras virtuales. Sin embargo, al día siguiente recibió mails notificando que se habían solicitado préstamos a su nombre. “Corrí al banco, pensé que no iban a poder sacar nada porque no tenía plata ahí, pero no. Empezaron a aparecer más movimientos, más cuentas comprometidas”.
Los delincuentes accedieron a billeteras como Mercado Pago y utilizaron plataformas como Modo, donde la cuenta ya estaba asociada. “No pude ni pensar que me podían sacar plata por ahí”, lamentó. Pese a haber modificado las contraseñas, el acceso por canales vinculados permitió que las transferencias y los préstamos fraudulentos siguieran ocurriendo.
La ubicación del teléfono dio con una dirección desde donde aparentemente operaban los estafadores. Allí también se investigaba el robo del celular a otra joven. La Policía allanó el lugar, pero hasta el momento Agostina no recuperó el equipo. “Obviamente no tengo ni esperanza de que aparezca”, dijo.
Mientras continúa haciendo trámites para que le reconozcan los préstamos y recuperar el dinero robado, recibió al menos una buena noticia: dos de los créditos más importantes fueron anulados por el banco, aunque otras entidades aún no le reconocen la estafa. “Estoy con un montón de trámites, mucha angustia, bronca e impotencia”, cerró.
Además del golpe emocional, Agostina también sufrió una lesión menor en el ojo por el estallido del vidrio, que la obligó a recorrer varias guardias médicas hasta ser atendida.
LN