
La segunda edición de la Guía Michelin México, presentada en Ciudad de México, confirmó la solidez de la escena gastronómica del país. Todas las estrellas otorgadas en 2024 fueron ratificadas, mientras se sumaron nuevos restaurantes con una estrella, ampliando el mapa del reconocimiento culinario.
Quintonil y Pujol, ambos en la capital, conservaron sus dos estrellas Michelin, reafirmando su posición de vanguardia. A su vez, restaurantes como Máximo, Masala y Maíz, Expendio de Maíz y Lunario obtuvieron por primera vez una estrella, incorporando diversidad regional y propuestas innovadoras a la selección.
Entre las nuevas incorporaciones, destacan también Olivea Farm to Table en Ensenada y Lunario en El Porvenir, Baja California, así como el regreso estelar de propuestas más urbanas como Masala y Maíz en CDMX. La guía también reconoció la trayectoria de chefs como Thalía Barrios García (Levadura de Olla, Oaxaca) y Edgar Núñez (Sud777, CDMX), quienes conservaron sus estrellas.
La variedad de estilos, desde la alta cocina tradicional hasta la fusión de sabores del sur de Asia con ingredientes mexicanos, ilustra el dinamismo de la cocina nacional y su apertura a nuevas narrativas culinarias.
La guía no solo premia platos: también reconoce trayectorias, sostenibilidad y experiencia de servicio. En esta edición, el Chef Joven Michelin fue Giuseppe Lacorazza, de Fugaz (CDMX), mientras que Romina Argüelles, de Plonk, recibió el premio al mejor servicio de vinos.
La Estrella Verde Michelin, distinción que destaca el compromiso con el medio ambiente, fue otorgada a Baldío y Olivea Farm to Table, reforzando el enfoque contemporáneo en la producción sostenible y el origen responsable de los ingredientes.
La selección Bib Gourmand, que destaca lugares con excelente relación calidad-precio, sumó 50 establecimientos, incluyendo a Contramar, Voraz y La 89, todos en Ciudad de México. Además, la presencia de El Califa de León, una taquería con estrella Michelin, revaloriza la tradición callejera dentro del mapa gourmet.
La Guía Michelin proyecta así un abanico cada vez más amplio de cocinas, validando que la excelencia también se encuentra en propuestas populares, sin pretensiones, pero con identidad y precisión.
Con presencia en seis estados y fuerte respaldo institucional, la guía también refleja las alianzas entre Michelin y gobiernos locales que buscan posicionar sus regiones como polos gastronómicos. Baja California, Oaxaca y Nuevo León aparecen como nuevos epicentros del turismo culinario.
Detrás de cada estrella, hay una historia de persistencia, identidad y adaptación. México no solo mantiene su nivel gastronómico: lo expande, lo diversifica y lo hace visible ante el mundo.
La estrategia de continuidad de Michelin en México muestra un interés creciente por consolidar al país como un referente en gastronomía internacional. En lugar de rotar drásticamente sus galardones, la guía prefiere construir un ecosistema estable, en el que nuevas propuestas se integran progresivamente a una base ya reconocida.
La inclusión de propuestas sustentables, urbanas y populares sugiere un cambio de paradigma en el que la excelencia no es exclusiva de la alta cocina francesa, sino que puede florecer también en una taquería o en un campo de Baja California. Esta edición es también un mensaje: la diversidad es el nuevo lujo culinario.