08/06/2025 - Edición Nº852

Judiciales

Rosario

Juzgan a una "entregadora" que invitó a tomar mates a una conocida para que un hombre la mate

05/06/2025 | La Fiscalía pidió 20 años de prisión para Rocío Castro, acusada de atraer a María Cristina Carabajal a un falso encuentro para que un hombre (aún prófugo) la asesinara de un disparo en la cabeza.



A María Cristina Carabajal la mataron de un disparo en la cabeza a pocos metros de su casa, pero el crimen -según la acusación fiscal. comenzó muchas horas antes, con un mensaje desde un número desconocido que la invitaba a tomar mates. Quien escribió ese mensaje fue Rocío Soledad Castro, hoy acusada de haber armado la escena perfecta para que otro -aún sin identificar- pudiera matarla.

Este miércoles, Castro comenzó a ser juzgada como partícipe necesaria del homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Llegó al debate en prisión preventiva tras haber sido detenida en Mar del Plata en junio de 2022, seis meses después del crimen. El fiscal Lisandro Artacho pidió una condena de 20 años de cárcel ante el tribunal integrado por las juezas Paula Álvarez, Valeria Pedrana y Silvia Castelli.

María Cristina Carabajal tenía 30 años y un hijo de 13. 

La víctima, de 30 años y madre de un adolescente, vivía en un pasillo de calle 1709 al 7800, en barrio Godoy. La noche del 6 de diciembre de 2021 salió junto a sus hermanas a hacer unas compras. Apenas caminó unos metros, un hombre se le acercó y le disparó con una pistola 9 milímetros. Murió en el acto.

Según la investigación, ese crimen fue cuidadosamente preparado. A las 13:35 de ese mismo día, Castro le escribió por WhatsApp a Carabajal para coordinar un encuentro. Se conocían, aunque no eran íntimas. Una amiga cercana y su propia hermana apenas la tenían registrada. Estuvieron reunidas menos de veinte minutos en la casa de la víctima. Pero la comunicación continuó, y horas más tarde, la acusada le pidió que saliera nuevamente al pasillo, donde finalmente fue ejecutada.

La Fiscalía sostiene que Castro “aportó información, tiempo y presencia” esenciales para que el asesino pudiera actuar con precisión y sin obstáculos. La acusan de haberle hecho creer a la víctima que tenía una reunión prevista, y de mantenerla expuesta en el momento justo para que recibiera el disparo mortal.

En medio del dolor y la conmoción por el crimen, la familia de María Cristina reveló que ella venía siendo amenazada. Había denunciado un abuso sexual contra su sobrina de cinco años y realizado escraches públicos contra el supuesto agresor. En su cuenta de Facebook, publicó una foto del denunciado y escribió: “Es el comienzo de una lucha”, apenas tres días antes del ataque.

El crimen ocurrió en el fondo de un pasillo de la calle 1709 , donde Cristina vivía con su madre y hermanas.

Ese posteo, compartido más de 1.500 veces, pudo haber sido una chispa. “La mamá del pibe es pesada”, relató una tía, convencida de que las represalias llegaron por esa vía. Sin embargo, el caso tiene otras aristas. Entre las hipótesis que mencionó la Fiscalía figuran un conflicto con una expareja -relación en la que Castro también estaba involucrada- y una posible deuda relacionada con la venta de drogas.

Castro fue detenida en Mar del Plata por la Policía Federal. Su traslado a Rosario marcó el cierre de una etapa investigativa, aunque el autor material del crimen sigue prófugo.

LN