México: una serie de asesinatos sacude la imagen de seguridad en CDMX

Ciudad de México, durante años considerada un refugio relativamente seguro en un país marcado por la violencia, está viendo su imagen erosionarse por una serie de homicidios a plena luz del día. En lo que va de 2025, varios asesinatos de alto perfil han expuesto cómo la capital ya no es inmune a la ola de inseguridad que sacude otras regiones del país.

Uno de los casos más recientes fue el asesinato de Adrián Guerrero, funcionario del partido Morena, a las afueras de un restaurante de lujo en la zona de Roma Norte, un barrio habitualmente asociado con la clase media alta y el turismo internacional. El crimen fue captado por cámaras de seguridad y ampliamente difundido en redes sociales, lo que intensificó el debate sobre la seguridad en la capital.

Burbuja que se desinfla

Durante mucho tiempo, Ciudad de México fue vista como una "burbuja segura" dentro del mapa nacional. Si bien no ha estado exenta de delitos, su nivel de homicidios era considerablemente menor que el de estados como Guerrero, Zacatecas o Michoacán. Pero eso está cambiando. Datos recientes muestran un incremento sostenido de asesinatos desde 2023, con modalidades más violentas y visibles que antes.

Organizaciones civiles y expertos en seguridad advierten que la impunidad y la falta de inteligencia policial están permitiendo que redes criminales operen con mayor libertad, incluso en zonas urbanas y turísticas. Además, el proceso electoral de 2024, que culminó con la victoria de Claudia Sheinbaum, marcó un repunte de violencia política que no ha cedido del todo.

Impacto social y percepción

El efecto de estos crímenes va más allá de las estadísticas. Muchos residentes de zonas como Condesa, Polanco o Coyoacán expresan una creciente sensación de vulnerabilidad, y algunos negocios han comenzado a reforzar medidas de seguridad privada. El turismo, un sector clave para la economía de la ciudad, podría también verse afectado si persiste la percepción de inseguridad.

Mientras tanto, el gobierno de la ciudad ha prometido reforzar la vigilancia y mejorar los sistemas de monitoreo, aunque críticos del oficialismo sostienen que las respuestas han sido tardías y reactivas. La jefa de Gobierno, Martí Batres, ha insistido en que la capital sigue siendo "una de las ciudades más seguras del país", pero las cifras y los casos recientes desafían esa narrativa.

A pesar de la reducción de la percepción de inseguridad CDMX mantiene incertidumbre.

Seguridad en riesgo 

La violencia en Ciudad de México ya no es un hecho aislado ni un desafío periférico. La capital está experimentando una transformación preocupante en sus patrones delictivos, con métodos más impunes y públicos. Si no se revierte la tendencia, podría desmoronarse el mito de que la ciudad está blindada frente al crimen organizado.

En un país donde la violencia se ha convertido en parte estructural de la vida cotidiana, que la capital también sea escenario de asesinatos con alto grado de exposición refuerza la idea de que ningún territorio está a salvo, ni siquiera los centros de poder.