
La nueva comisión directiva del Club Atlético Banfield, liderada por el presidente Matías Mariotto, asumió Banfield en medio de una histórica crisis institucional y futbolística. La deuda total, ascendía a más de 13 millones de dólares e incluía casi 900 millones de pesos en sueldos atrasados al plantel profesional.
Producto del complicado escenario económico, este sábado el plantel profesional decidió no presentarse al entrenamiento en el estadio Florencio Sola, como medida de fuerza por el atraso en el cobro de sus salarios.
Esto afecta la planificación de trabajo del nuevo cuerpo técnico de Pedro Troglio, el elegido para agarrar el timón de un equipo comprometido en la lucha por el descenso. En las últimas horas, el flamante DT pudo contar con su primer y único refuerzo hasta ahora: Rodrigo Auzmendi, delantero de 24 años, a quien Troglio conoce de su paso por el fútbol hondureño.
Con respecto a la situación del plantel, los jugadores tienen tres meses de sueldos adeudados, igual que buena parte de los empleados del club, que también se sumaron a la protesta. Se podría decir que fue un paro general en Banfield, porque no hubo actividad deportiva, entrenamiento, ni tareas en otras áreas.
Por si esto fuera poco, Banfield recibió una inhibición por parte de la FIFA a raíz de un conflicto con Club León de México por el pase de Nicolás Sosa Sánchez. Esta sanción, le impide la inscripción de refuerzos hasta saldar la deuda de 165.000 dólares más intereses.
La compleja situación económica, no solo afecta al plantel y los empleados enrolados en Utedyc, sino que también pone en jaque al Instituto Educativo que funciona dentro del club. Allí, los docentes también realizaron un paro esta semana por falta de pago. En su caso, la deuda es de dos meses pero se le suma la falta de aportes y cobertura de la obra social.