
“Estoy destrozado, me dejaste hijito mío. Te amo y te voy a amar toda la vida. Ahora sos mi angelito. Te amo, hijo mío”. Con estas palabras, Fabián Correa despidió a su hijo Thiago, de apenas siete años, quien murió tras haber sido baleado en la cabeza por un agente de la Policía Federal durante un intento de robo en Ciudad Evita. El mensaje, publicado en su cuenta de Instagram y Facebook, expresa la dimensión de una pérdida irreparable.
El trágico caso ocurrió el miércoles pasado en el cruce de Crovara y Madrid, cuando Fabián llevaba a su hijo a la casa de su madre. En ese momento, el efectivo Facundo Aguilar Fajardo, que se encontraba de civil y de franco, se enfrentó a tiros con un grupo de ladrones. Uno de esos disparos impactó en la cabeza del niño, que fue trasladado de urgencia al Hospital Balestrini, en San Justo. Tras dos días de agonía, su familia confirmó el fallecimiento.
En otro posteo, el padre compartió una foto de su hijo y escribió: “A esta hora tendrías que estar tomando mates conmigo para ir a jugar, hijo. ¿Por qué?”.
El dolor no se limitó al entorno familiar. El Club Defensores Unidos de Tablada, donde Thiago jugaba en la escuelita de fútbol infantil, también despidió al niño con un mensaje sentido en sus redes sociales: “Thiago luchó con valentía hasta el final, pero una tragedia injusta nos lo arrebató demasiado pronto. Su sonrisa, su energía y su amor por el deporte quedarán por siempre en nuestra memoria”.
La institución, además, anunció que permanecería cerrada durante el fin de semana por duelo y acompañó a la familia del pequeño en este momento de inmenso dolor. “Descansá en paz, Thiago Correa. Siempre estarás en el corazón de Defensores. Rogamos una oración en su memoria”, agregaron.
LN