
La selección de Bolivia no solo enfrentó una dura derrota por 2-0 ante Venezuela en las Eliminatorias Sudamericanas, sino que también sufrió una retención por 12 horas en el aeropuerto de Maturín.
Las dos selecciones pelean mano a mano por un lugar para el próximo Mundial y en ese marco, desde Bolivia denuncian que el régimen de Nicolás Maduro secuestró ilegalmente al conjunto visitante para que tengan menos horas de descanso antes del próximo partido. El triunfo de la selección Vinotinto la colocó en puesto de repechaje, cuatro puntos por encima de Bolivia.
Según Óscar Villegas, director técnico de Bolivia, y Harold Howard, jefe de Seguridad de la Federación Boliviana de Fútbol, las autoridades venezolanas impidieron el regreso de la selección a su país alegando tráfico aéreo y problemas de visibilidad, motivos que la federación boliviana señala como falsos.
“Era algo que sabíamos. Días previos sabíamos que nos iba a pasar lo mismo que a Perú. Pero ya van más de ocho horas, es prácticamente un secuestro. Ya pasa a otro ámbito”, dijo Villegas desde el aeropuerto.
Esto es un "un complot preparado por la Federación Venezolana de fútbol para perjudicar a nuestro equipo. Ellos quieren ir al Mundial a toda costa y por lo mismo necesitan que nos vaya mal ante Chile”, añadió. Finalmente el plantel retrasó su salida del país hasta el mediodía del sábado, con menos tiempo de descanso del que tenían previsto para los jugadores.
#CaraotaDeportes | La selección de Bolivia denunció retrasos en el vuelo para salir de la ciudad de Maturín, luego de su encuentro con La Vinotinto por las eliminatorias en el que cayó derrotada 2-0, y la razón sería una «falta de autorización».
— Caraota Digital (@CaraotaDigital) June 7, 2025
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La portavoz del equipo boliviano, Gabriela Suárez, sostuvo que la delegación fue “ilegalmente retenida”, mientras que la Federación Venezolana de Fútbol argumentó que el retraso fue resultado de que la delegación llegó tarde a su vuelo programado.
Bolivia dejó en claro que tiene la intención de elevar el caso ante Conmebol y FIFA, solicitando sanciones contra Venezuela por presuntas violaciones a las normativas y afectación a la seguridad del equipo. Suárez afirmó que el plan de vuelo estaba aprobado y que las excusas presentadas por las autoridades venezolanas eran falsas.