
Una trama de engaños y negligencias técnicas sacude a la localidad de Funes, en el Gran Rosario, tras revelarse que decenas de inversores quedaron con terrenos sin entregar y su dinero retenido en el fallido proyecto inmobiliario Estancia Damfield.
El 16 de abril, Denis Rodríguez radicó la causa ante la Fiscalía de Rosario contra los desarrolladores, tras invertir 98.000 dólares en un lote que nunca recibió ni le reembolsaron. El fiscal Ramiro González Raggio citó al jugador y a su pareja para ampliar la denuncia el 9 de junio, con el objeto de incorporar más testigos y peritajes sobre la supuesta estafa.
En su presentación, Rodríguez señala al fideicomiso Damfield Funes, a la sociedad Davik S.A. (de Darío Fernández y los hermanos Villegas Kalac) y a Vial Norcar S.A. como responsables de la maniobra fraudulenta.
Damfield se promocionaba desde 2022 como un barrio privado premium de 70 hectáreas, con lotes de 800 m² valuados entre 80.000 y 130.000 dólares.
Sin embargo, expertos hidráulicos advirtieron desde un inicio que el predio está en el vaso de la represa del Arroyo Ludueña, una zona calificada de “inviable” por informes de la provincia de Santa Fe, gobernada por Maximiliano Pullaro, que en julio de 2024 paralizó las obras por decreto al confirmar riesgos de inundación.
Pese a esas intimaciones (que datan desde septiembre de 2022) y a la clausura definitiva en junio de 2024, la comercialización siguió activa, lo que potencia la acusación de venta engañosa y estafa.
Damfield atravesó varios escollos legales antes de la denuncia penal:
La causa penal por estafa puede derivar en procesamientos y decomiso de bienes si se comprueba que los desarrolladores ocultaron información clave sobre la viabilidad del loteo. Además, los inversores avanzan en acciones civiles para obtener resarcimiento económico y allí se dilucidará el grado de responsabilidad de cada empresa implicada.