El ministro de Seguridad bonaerense defendió al policía que actuó en el caso Thiago: "No salió a matar a nadie"

El ministro de Seguridad de Buenos Aires, Javier Alonso, consideró que es "exagerada" la figura del dolo para el policía que está detenido por la muerte de Thiago Correa, el nene de 7 años que recibió un disparo en la localidad de Ciudad Evita, partido de La Matanza. 

En las últimas horas, el fiscal Diego Rulli -a cargo de la investigación- cambió la carátula a "homicidio por dolo eventual", lo que implica una pena más alta para el oficial Facundo Daniel Aguilar Fajardo, quien se encuentra detenido desde el miércoles pasado. La figura de legítima defensa lo hubiera eximido de la responsabilidad penal por la muerte del nene.

"Nosotros estamos acompañando a la familia de Tiago desde los momentos siguientes al hecho", arrancó diciendo el ministro, en una entrevista con Urbana Play.  "Estuvimos con ellos en el hospital, ahora en el velorio, y haciendo también el trabajo que corresponde que es documentar todo lo que pasó en la escena, que es lo más importante", contó el funcionario del gobierno de Axel Kicillof. 

Sobre el accionar del policía, Alonso lo defendió al asegurar que "no salió a matar a nadie". "En ese momento el policía estaba con su madre en una parada de colectivos y es abordado por tres sujetos en abanico; invaden su zona crítica, tenía que proteger a su madre, aparece un arma, esgrimen en un arma que es una amenaza letal y él no hizo nada para provocar una agresión. Y frente a una amenaza letal, él tiene que responder a esa amenaza con una proporcionalidad que corresponde. Thiago estaba a 200 metros, un día a la noche. Yo creo que es exagerado hablar del dolo eventual. Me parece que la Justicia tendrá que pronunciarse respecto de la legítima defensa, si hubo exceso o no, pero claramente es un caso en el que policía se está defendiendo", entendió.  

 Y amplió: "Acá hay una persona, hubo tres sujetos que salieron con un arma de fuego a agredir a otra persona y había un policía con su madre tomando un colectivo. La escena es clara".

Alonso detalló que los primeros datos de la investigación indican que los delincuentes no dispararon. "Aparentemente, por información preliminar, no hubo disparos, aunque todo esto se tiene que consultar en la causa, hay que documentarlo. Aparentemente el arma estaba descargada, no obstante policía eso no lo puede saber. Además tengamos en cuenta que estaba desbordado por la cantidad de gente, no tenía dónde esconderse por las características del lugar, estaba con una persona vulnerable porque no se podía defender y claramente está en una actitud de defensa". 

El viernes pasado, cuando el nene falleció luego de permanecer internado dos días, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, había expresado públicamente su apoyo al policía.  En declaraciones que generaron polémica, afirmó que “los delincuentes son los únicos responsables de esta tragedia” y que “si no hubieran salido a robar, hoy no habría ninguna familia destruida”. Sin embargo, la fiscalía mantuvo su posición y decidió avanzar con la imputación agravada contra el oficial.

Aguilar Fajardo sigue detenido y ya fue indagado por primera vez, aunque con esta modificación legal, se ordenó una nueva indagatoria en los próximos días.

El hecho ocurrió el miércoles 4 de junio pasado  en medio de un intento de robo. El policía, un oficial ayudante de 21 años de la Dirección Montada de la PFA, fue interceptado por un grupo de delincuentes que lo amenazaron apuntándole con un arma en la cara, mientras su madre también era agredida.

Según su versión, en ese momento pensó que los atacantes podían asesinarla. “Lo hice porque pensé que a mi mamá la mataban ahí mismo y no la iba a ver nunca más”, declaró ante el fiscal para justificar su accionar.

En la indagatoria, el oficial explicó que llegó a identificarse como miembro de la fuerza antes de disparar. Describió su reacción como un conjunto de disparos “estáticos”, es decir, que no hubo persecución y que dejó de disparar cuando perdió de vista a los asaltantes.

Sin embargo, la reconstrucción judicial del episodio indica que realizó al menos 11 disparos en un lapso de nueve segundos. Como consecuencia, murió Brandon Corpus, de 18 años, uno de los presuntos ladrones, mientras que otros dos, Uriel Montenovo (21) y Uriel Leiva (21), resultaron heridos; este último permanece en estado crítico tras recibir un disparo en el abdomen.

Thiago Correa, quien estaba esperando el colectivo con su padre, fue alcanzado por una de esas balas, y falleció dos días después. 

LN