
Con un clima que juega a favor del maíz, en la zona núcleo se preparan para una gran campaña maicera: según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en esta región se espera un aumento del 10% en la superficie sembrada del cultivo. De esta manera, se llegaría a 1,8 millones de hectáreas implantadas, el tercer mejor registro de los últimos 18 años. Con estos datos, la producción del cereal sería -de no mediar incidencias- de unas 15 millones de toneladas.
El maíz viene de dos ciclos en donde las expectativas eran elevadas, pero terminó chocando tanto con factores sanitarios como climáticos. En el caso de la campaña 2023/24, los planetas estaban alineados, pero en medio de la fiesta se presentó un invitado no deseado: la chicharrita del maíz.
En esa ocasión, estaba todo servido para que la zona núcleo se luciera, con un promedio que podría haber llegado a los 100 qq/ha. Pero la realidad es que no escapó de la incidencia de la chicharrita, una plaga endémica del norte argentino que se abrió paso hasta los lotes de la región pampeana.
“El rinde de la región núcleo, muy afectado por el daño en los tardíos, había terminado apenas en 81 qq/ha y el país había perdido el 18% de su cosecha maicera”, recordaron.
En la campaña 2024/25 -y con este recuerdo a flor de piel- se sembraron 2 millones de hectáreas menos en Argentina, sobre todo en el norte y centro. En este escenario, la bolsa rosarina recordó que la región núcleo había perdido 300.000 hectáreas.
Este año, el panorama es distinto y la preocupación por la plaga es menor. Por un lado, se llevan a cabo tareas de monitoreo en los campos y ya hay disponibles productos biológicos eficaces para su control. Otro dato a tener en cuenta es que los productores volverán a apostar fuerte por las siembras tempranas tras recuperar el agua en los perfiles.
Por otro lado, en zonas con excesos de humedad como el norte bonaerense, donde no logren sembrar trigo habrá muchos lotes que pasarían a maíz o soja.
La gran pregunta entre los productores para esta campaña que se avecina es cual será el comportamiento de las temperaturas invernales. “No hay indicios de un invierno que se aparte demasiado de los valores normales estacionales”, anticiparon desde la BCR.
De esta manera, se alejaría la posibilidad de repetir un escenario propicio para el desarrollo de la chicharrita. Pero más allá de este alivio, "todos los ingenieros de las áreas afectadas advierten que no hay que descuidarse y seguir controlando la presencia de maíces guachos en los barbechos del invierno”, concluyeron.