30/07/2025 - Edición Nº904

Internacionales

Memoria viva

Chile entrega archivos y crea banco de ADN para identificar a víctimas de la dictadura

11/06/2025 | Gabriel Boric entregó carpetas de la Comisión Rettig a familiares de desaparecidos y anunció un banco genético para adopciones ilegales.



El Gobierno chileno dio un paso histórico en su compromiso con la memoria, la verdad y la justicia. El presidente Gabriel Boric entregó oficialmente a familiares de víctimas de la dictadura militar las carpetas de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación. Estos documentos, considerados Monumento Nacional, contienen testimonios, informes y resoluciones administrativas clave para reconstruir los casos de violaciones a los derechos humanos cometidas entre 1973 y 1990.

Las carpetas entregadas constituyen una de las bases documentales más importantes del Estado sobre la dictadura. Su apertura forma parte del Plan Nacional de Búsqueda, primera política pública que reconoce la responsabilidad estatal en la búsqueda de detenidos desaparecidos. La entrega no solo busca facilitar el acceso a la información, sino también honrar la lucha de los familiares por la justicia.

ADN para reparar robos del pasado

Junto con los archivos, el Ejecutivo anunció la creación de un banco público de ADN para identificar a hijos robados durante la dictadura. Se trata de una herramienta para permitir el reencuentro entre niños adoptados ilegalmente y sus familias biológicas, muchas veces tras maniobras fraudulentas, engaños o sustracciones cometidas en hospitales y orfanatos.

La medida responde a una deuda histórica con cientos de madres a quienes se les hizo creer que sus hijos habían muerto. Se estima que al menos 20.000 niños fueron adoptados irregularmente entre los años 70 y 80, en muchos casos enviados al extranjero. El banco permitirá a las víctimas someterse a pruebas genéticas de forma gratuita y segura.

Justicia y presión social

Organizaciones como Hijos y Madres del Silencio presionan para que el banco genético funcione antes del fin del mandato de Boric en 2026. La experiencia previa bajo el gobierno de Sebastián Piñera fracasó por falta de presupuesto y continuidad. Esta vez, las familias exigen garantías concretas, plazos claros y respaldo judicial.

La justicia comenzó a responder: esta semana un juez procesó a cinco personas por integración en redes de adopciones ilegales. Es la primera vez que se reconoce judicialmente el funcionamiento sistemático de estas tramas. Para los familiares, es un indicio de que el Estado no solo está dispuesto a reconocer su pasado, sino también a actuar.

La verdad como reparación

Las iniciativas anunciadas por Boric significan un intento de saldar una deuda de décadas. La entrega de documentos y el banco de ADN representan avances concretos para reconstruir historias personales truncadas por el terrorismo de Estado. También son un llamado a que la memoria no quede relegada al ámbito simbólico, sino que tenga consecuencias materiales, legales y emocionales.

Sin embargo, el camino está lejos de completarse. Las familias siguen exigiendo que se implementen mecanismos rápidos, con acceso descentralizado, asesoría psicológica y seguimiento estatal. La memoria, recuerdan, no es solo conmemoración: es también acción y justicia.

Memoria en acción

La decisión del gobierno chileno de abrir archivos confidenciales y crear un banco de ADN marca un punto de inflexión en la política de derechos humanos del país. Chile deja atrás la etapa de silencios institucionales y entra en una fase activa de reconstrucción de la memoria, no como un acto pétreo del pasado, sino como una herramienta viva de justicia. Las medidas no están exentas de tensiones: reavivan dolores personales, enfrentan la burocracia judicial y abren debates políticos sobre la continuidad de estos esfuerzos más allá de este gobierno.

Pero también generan un consenso fundamental: el Estado tiene el deber de reconocer, reparar y prevenir. En un contexto latinoamericano donde el negacionismo gana terreno, la apuesta chilena por la memoria activa es un mensaje valiente y necesario.