
Tras la confirmación de la condena a Cristina Kirchner por parte de la Corte Suprema de Justicia de Argentina, varias figuras relevantes de Podemos expresaron su respaldo a la exvicepresidenta. Irene Montero, Ione Belarra y María Teresa Pérez utilizaron sus redes sociales para denunciar lo que calificaron como "guerra sucia judicial y mediática".
Irene Montero afirmó que la condena representa "golpismo" y que se busca excluir a Kirchner de la vida política.
Ione Belarra habló de una "ofensiva reaccionaria global" y pidió construir alianzas internacionales contra la persecución a dirigentes populares.
María Teresa Pérez, por su parte, vinculó la condena a un intento de frenar a la organización política que, según ella, hará frente a Milei.
Estas manifestaciones fueron replicadas por la cuenta oficial de Podemos, lo que da cuenta de un respaldo orgánico y coherente con la postura histórica del partido hacia líderes de su mismo espectro ideológico.
Lo llamativo del pronunciamiento de Podemos es que ninguno de los mensajes hace referencia al contenido del fallo, ni a los argumentos de la Corte Suprema argentina. La sentencia fue ratificada por unanimidad por el máximo tribunal del país, que confirmó la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, en el marco de la causa Vialidad.
El proceso judicial incluyó etapas de instrucción, debate oral y apelación, con acceso pleno a la defensa y admisión de pruebas de ambas partes. En este contexto, el respaldo sin mención al expediente judicial refuerza una narrativa política desvinculada del análisis jurídico.
La condena a Cristina Fernández es golpismo: guerra sucia judicial y mediática para que, golpeando a una, todo un pueblo renuncie a una vida con derechos
— Irene Montero (@IreneMontero) June 10, 2025
La quieren presa y fuera de la política. A las fuerzas democráticas del mundo nos deben encontrar a su lado
Contigo Cristina https://t.co/Q542P7xKzj
Podemos ha mantenido una relación de cercanía con referentes del progresismo latinoamericano, entre ellos Cristina Kirchner. No obstante, el respaldo público a una figura condenada por corrupción, sin matices ni referencias al proceso judicial, abre interrogantes sobre la línea entre la solidaridad ideológica y el respeto al Estado de derecho.
Desde el punto de vista institucional, un actor político que reivindica la defensa de los derechos humanos y las instituciones democráticas debería, al menos, reconocer la existencia de una condena firme antes de denunciar su ilegitimidad. De lo contrario, corre el riesgo de banalizar la corrupción o de deslegitimar al Poder Judicial sin fundamentos jurídicos concretos.
En todos los lugares del mundo es lo mismo: guerra sucia judicial contra las y los dirigentes populares que nunca se vendieron al poder y estuvieron al lado de su pueblo.
— Ione Belarra (@ionebelarra) June 10, 2025
Contra la ofensiva reaccionaria, alianzas internacionales para construir derechos. Contigo, Cristina. https://t.co/KfSARAGhpu
El respaldo de Podemos a Cristina Kirchner tras su condena judicial es un gesto de lealtad política que no sorprende, pero que plantea tensiones con el discurso institucional que el partido sostiene en otros contextos. Al evitar cualquier referencia al contenido del fallo, sus dirigentes refuerzan una visión binaria del escenario político latinoamericano, donde toda condena a líderes populares es, por definición, una persecución.
El dilema es claro: ¿puede una fuerza democrática defender con legitimidad a un dirigente condenado sin revisar los hechos probados? En este caso, la omisión deliberada del expediente judicial debilita la fuerza moral del mensaje, y deja a Podemos en una posición más reactiva que argumentativa.