
por Sebastián Muzi
Ya comienza el Mundial de Clubes y miles de hinchas argentinos alentarán en Estados Unidos a River, Boca y al Inter Miami, que con Lionel Messi a la cabeza buscará la hazaña en una competición plagada de estrellas y grandes equipos.
Dentro de ese aluvión albiceleste hay muchos que ya viven allí, otros que conocen algunas ciudades y no faltará quien pise por primera vez la tierra del país del norte. Para todos, de igual manera, hay conductas a tener en cuenta para disfrutar un torneo que será histórico. Porque como en Qatar, las costumbres e idiosincracia no son las mismas que las nuestras, aunque después los locales terminen cantando "Muchachos".
En ese sentido, en NewsDigitales dialogamos con Vanina Romero, una argentina radicada en Miami, productora de eventos internacionales y CEO de CDH Tech Global, quien nos da una serie de recomendaciones que pueden ser claves para moverse en el certamen.
En Miami está todo está digitalizado, verificado y rastreado. No existen las entradas en papel, ni eso de “te la doy antes de entrar”. Incluso si te la vende alguien de confianza, tiene que transferírtela digitalmente por plataformas como Ticketmaster o AXS, con código único y QR activo. La reventa también está regulada. Si alguien te dice que “tiene un contacto en la puerta”, lo que tiene es una excusa cuando no puedas pasar.
Miami funciona con tarjetas. Desde un restaurante elegante hasta una heladería de barrio, todo se paga con débito o crédito. Pero si no tenés una tarjeta habilitada para operar en EE.UU., la solución es fácil y legal: se puede ir a cualquier supermercado Walgreens, CVS, Walmart o Target y comprar una tarjeta prepaga Visa o Mastercard, las cuales se cargan con el monto deseado (100, 200 o 500 dólares). Su uso es exactamente igual que las de Argentina.
Moverse en Miami en general es fácil. Uber y Lyft funcionan perfecto, los autos se alquilan sin tanto trámite, y las calles están bien señalizadas. Sin embargo, el problema empieza cuando hay partido. Los estadios del torneo (como el Hard Rock) están lejos, sin acceso fácil y con mucho tráfico. Si la idea es ir en auto, sólo salir del estacionamiento puede demorar hasta una hora. Y si se toma un Uber, después del partido podés quedarte sin señal, sin chofer y con miles de personas en la misma situación. ¿La solución real? Contratar traslados privados con chofer, ida y vuelta. Extra tip: si igual vas por tu cuenta, es recomendable salir con al menos 2 horas de anticipación.
En Argentina se suele dudar del VIP. En cambio, en Estados Unidos el VIP no es para “mostrarse" o ser "cool”, sino para los que quieren disfrutar sin perder tiempo ni dinero extra. Ejemplo: una entrada general a un evento gastronómico puede costar u$s 80. Pero adentro pagás por tragos, comida, estacionamiento y salís con 300 dólares gastados. Por el contrario, una entrada VIP puede salir u$s 250 y tiene barra libre, platos de autor, estacionamiento gratis, regalos, baños privados, sombra y hasta acceso a zonas con famosos. ¿Resultado? Gastás menos y la pasás mejor.
En EE.UU., la propina o tip es parte del precio. En restaurantes y bares se espera un mínimo del 18%. Si no lo dejás, no sólo es mal visto… puede venir el gerente a preguntarte qué pasó. Consejo: revisá el ticket. Si dice “gratuity included”, ya está. Si no, sumalo vos.
Sí, en las playas de Miami hay tiburones. También hay delfines, tortugas y peces de colores. Pero no es el Caribe para quedarse flotando en modo “relax eterno”. La regla no escrita es: metete, nadá, refrescate y salí. No hay que quedarse 3 horas en el agua moviendo los pies.
South Beach es linda, pero también cara, ruidosa y muy turística. Si querés ver el verdadero Miami, animate a explorar:
Wynwood: arte callejero, cafés escondidos, eventos culturales únicos.
North Beach y Surfside: más calma, familias locales, playa de verdad.
Key Biscayne: naturaleza, parques y vistas soñadas.
Hollywood y Aventura: más cerca del Hard Rock, más económicos y cómodos.
Si estás pensando en alojamiento para el torneo, la ciudad de Aventura en Miami es la jugada maestra: cerca del estadio, del shopping y de las playas, sin la locura de South Beach.
Miami es sol, calor, humedad, y alcohol si no medís. Es aconsejable comprar sobres de electrolitos (como Liquid IV o Pedialyte), que están en cualquier farmacia o supermercado. Hay que tomar agua aunque no se tenga sed. Combo mágico: botella recargable + sombrero + protector solar + electrolitos.
Miami es amigable, sí. Pero también es estricta. No se cruza con el semáforo en rojo aunque no venga nadie. No se estaciona donde no está permitido. Y no se discute con la policía. No sirve decir “no sabía” porque todo está señalizado. Googleá, preguntá, aprendé. El respeto es norma.
Muchos partidos VIP incluyen experiencia pre y post game. Incluso, hay hinchas que eligen terminar el día en un rooftop o en un catamarán con sunset, experiencias imperdibles que se suman a lo vivido en el partido. Además, si este es en el Hard Rock Stadium hay que aprovechar su inmensidad para recorrerlo de punta a punta, ya que los eventos se hacen allí mismo. Tip: si el encuentro es de día y muy temprano, hay que protegerse del sol.
Este TOP 10 de recomendaciones puede cambiar la perspectiva de Miami si se cree que todo será igual que en Buenos Aires u otra ciudad de Latinoamérica sólo porque hablan español. Por el contrario, en https://welcomtomiami.com/ (así, sin la “e”), Romero ofrece una guía útil y más detallada que puede servir tanto para los noveles viajeros como para quienes ya conocen un poquito y saben lo que buscan.
Dónde comer, cómo comprar entradas para los partidos y solicitar traslados son algunas de las opciones ofrecidas, pero también cómo tomar rutas alternativas, alquilar un coche y una búsqueda automatizada de hoteles.