13/06/2025 - Edición Nº857

Internacionales

Choque diplomático

Estados Unidos y Christopher Landau: ¿puede un post justificar la reacción de una potencia?

12/06/2025 | Una imagen con un mensaje provocador reavivó el debate sobre la idoneidad de anular visas por motivos de seguridad.



La consejera estatal de Morena en Jalisco, Melissa Cornejo, publicó una foto en redes sociales que encendió un conflicto diplomático inesperado. En la imagen aparece un automóvil incendiado con la consigna "FU** ICE" pintada en la carrocería. Acompañó la postal con una frase desafiante: "Viva la raza y métanse mi visa por el culo".

El posteo fue replicado masivamente, hasta que Christopher Landau, subsecretario de Estado de EE.UU., respondió vía X (Twitter) informando que había ordenado la cancelación de su visa, aunque aclaró que en realidad Cornejo no tenía una activa en ese momento.

Reacción oficial y mensaje público

Landau justificó su respuesta argumentando que glorificar la violencia y atacar al orden público estadounidense es incompatible con la posibilidad de ingresar al país. Sostuvo que “quien no respeta a nuestras autoridades no es bienvenido".

Aunque la medida pareció más simbólica que efectiva, marcó un límite claro. Y aquí es donde surge el matiz: si bien la reacción fue dura, también se enmarca dentro del derecho soberano de cualquier nación a regular el ingreso a su territorio.


Caos y violencia en Los Ángeles. 

Activismo, redes y consecuencias reales

Lo que sorprende no es la polémica, sino su canal: una red social que transformó una declaración personal en una acción diplomática. Para algunos, la actitud de Cornejo forma parte del activismo espontáneo. Para otros, su tono cruzó una línea.

Es cierto que la libertad de expresión protege incluso los discursos provocadores. Pero también lo es que los países tienen derecho a decidir a quiénes permiten ingresar. Y ese es el equilibrio delicado que este episodio vuelve a poner en juego.


Respuesta de Christopher Landau. 

Fronteras digitales 

El gesto de Landau puede parecer excesivo, pero también deja claro que las fronteras ya no son sólo físicas: son digitales, simbólicas y reactivas.

Cornejo tiene derecho a expresarse, y EE.UU. tiene derecho a tomar nota de esas expresiones. El verdadero dilema es qué clase de diplomacia estamos construyendo cuando una imagen y una frase en una red social pueden escalar hasta convertirse en un incidente internacional.

En tiempos donde el activismo se mide en likes y los visados en algoritmos, quizá ambas partes tienen algo que reconsiderar.