El Gobierno puso al hermano de Adorni a manejar los retiros de los militares

Francisco Adorni, hermano del vocero presidencial Manuel Adorni, fue designado como presidente del directorio del Instituto de Ayuda Financiera para el Pago de Retiros y Pensiones Militares (IAF), la caja previsional de los uniformados. El nombramiento fue impulsado por el Ministerio de Defensa y se oficializará la próxima semana.

El cambio se produjo tras la salida de Betina Surballe, quien pasará a presidir la obra social militar IOSFA. En ambos casos, se trata de organismos clave para la estructura del sistema castrense, con fuerte impacto financiero y político.

“El IAF maneja los aportes de personal activo, retirado y pensionado, y puede otorgar créditos y operar con bonos del Estado. Su control no es menor”, explicaron desde el ámbito militar.

Francisco Adorni es contador público, con un posgrado en administración financiera y control del sector público por la Universidad Nacional de La Plata. Su carrera incluye funciones en la municipalidad de Ezeiza y en el Consejo de la Magistratura bonaerense, además de un estudio privado de asesoramiento fiscal.

En febrero ingresó al Ministerio de Defensa como asesor, y luego fue nombrado como titular de la Unidad de Auditoría Interna mediante resolución de la Sigen. Su nombramiento en el IAF, sin embargo, ya despertó cuestionamientos.

Su vínculo directo con Manuel Adorni y su presunta cercanía con Karina Milei lo posicionan como una figura de confianza dentro del corazón del Gobierno. "Tiene línea directa con la Casa Rosada", reconocen en el oficialismo.

El directorio del IAF está integrado por tres militares retirados, un funcionario de Economía, uno de Capital Humano y un representante de Defensa, quien preside y tiene voto doble. Así, el Ejecutivo garantiza el control del organismo.

Entre los desafíos, Adorni deberá lidiar con una caja en tensión por el congelamiento del plan de jerarquización salarial que había iniciado Alberto Fernández, que buscaba equiparar los sueldos militares con los de las fuerzas de seguridad.

“El retiro quedó muy retrasado. Y el IAF tiene desfinanciamiento progresivo”, explicó un ex funcionario de Defensa. El impacto de la inflación y la falta de actualización salarial presionan los recursos del instituto.

Además, se suma el antecedente de un préstamo millonario —40 mil millones de pesos— otorgado por el IAF a IOSFA para saldar deudas médicas, que se licuó en pocos meses y no fue recuperado.

La ceremonia de asunción se realizará la semana próxima en la sede del IAF, a metros del Teatro Colón. El Gobierno destaca su “experiencia técnica”, pero en el entorno militar hay cautela: el apellido Adorni, dicen, abre puertas que otros no tienen.