
Vietnam fue incorporado este jueves como "país socio" del grupo BRICS, según confirmó el gobierno de Brasil en el marco de una reunión de cancilleres celebrada en Rusia. El anuncio, aunque de carácter simbólico en términos formales, marca un paso clave en la proyección internacional de Hanoi.
El término no implica una membresía plena ni el acceso automático a los beneficios internos del bloque, pero abre la puerta a una cooperación más estrecha en ámbitos estratégicos como comercio, infraestructura, tecnología y gobernanza. En un contexto de tensiones globales crecientes, la movida adquiere relevancia regional e internacional.
Para Vietnam, el nuevo estatus representa una carta diplomática de alto valor, en tanto fortalece su perfil como actor independiente entre las grandes potencias. Hanoi mantiene relaciones tanto con Washington como con Pekín, y busca desde hace años un equilibrio que le permita avanzar en desarrollo sin alienarse con ninguna superpotencia.
La región del sudeste asiático ha sido escenario de una creciente competencia geoestratégica. En ese tablero, la inclusión de Vietnam en BRICS puede interpretarse como un mensaje: los países medianos también pueden marcar la agenda desde plataformas alternativas a Occidente.
La decisión de incorporar a Vietnam como socio refleja el interés de BRICS en transitar de un club de potencias emergentes a una red global más diversa. Desde 2023, el bloque ha acelerado procesos de expansión para aumentar su influencia en el orden mundial.
Según analistas, la incorporación de socios no plenos permitiría a BRICS ensayar nuevas formas de cooperación, evitando rigideces institucionales. Vietnam, con su economía dinámica y su diplomacia pragmática, representa una adición funcional para este tipo de arquitectura flexible.
La decisión también podría tener eco en países vecinos como Indonesia, Malasia o Tailandia, que observan con cautela los movimientos de Hanoi. Aunque el modelo BRICS sigue generando escepticismo en algunos foros multilaterales, el atractivo de una cooperación no condicionada por normas occidentales comienza a ganar terreno.
Vietnam no rompe con sus socios tradicionales, pero suma una nueva opción para participar de foros de coordinación política y económica. Su experiencia podría servir como ejemplo de diplomacia adaptable y multivectorial.
Vietnam admitted as BRICS 'partner country,' Brazil says https://t.co/0jx8gZzCem
— Reuters Asia (@ReutersAsia) June 13, 2025
El estatus de "país socio" es incipiente, pero deja claro que Hanoi está ampliando su margen de maniobra internacional. Mientras algunos actores apuestan por alianzas cerradas, Vietnam parece preferir una red abierta de vinculaciones complementarias.
La incorporación al BRICS no es una ruptura, sino un gesto de autonomía estratégica. En un orden global fragmentado, la decisión reafirma una constante histórica en la diplomacia vietnamita: buscar protagonismo sin perder balance.