
En NewsDigitales nos tocaron unas semanas intensas, donde nos cruzamos con mucha gente top y con mucha gente loca por esa gente top. Si estuvieron en la Argentina Comic-Con del fin de semana pasado, van a entender: los paneles para ver a Noah Schnapp eran un desquicio de gente abarrotada contra el escenario con la ilusión de una foto o una firma.
En este contexto, nos surge la gran pregunta: ¿hasta dónde nos deben algo? ¿Solo por el simple hecho de ser estrellas tienen que tomarse una foto con nosotros o firmarnos algo?
A ver si se entiende: una cosa es un saludo cordial cuando te cruzás a alguien en la calle y lo querés felicitar. Otra es el griterío. Lo contamos en nuestra cobertura de la CCXP de México: Mads Mikkelsen no estuvo para nada contento con la locura de los fans gritando y les pidió que se callaran para "conversar como personas" por unos minutos. Hubo hasta abucheos después de su reacción.
Recuerdo lo que fue la visita de Millie Bobby Brown, cuando estuvo hace ya 8 años en la Argentina Comic-Con y la sensación era la misma. Gente haciendo fila por una firma y ella de vez en cuando saliendo a saludar a sus fans, cada vez más agotada física y mentalmente.
Hay casos como los de Scarlett Johansson que si te la cruzás no te va a dar una foto porque dice que no le gusta que la molesten mientras está haciendo la suya porque prefiere mantener cierta "normalidad". Pero, ¿es normal esa vida de famosos?
Hay otros como Johnny Galecki (The big bang theory) que optaron por mudarse a un pueblo para tener una vida más tranquila y ya casi no los vemos en acción. Y no es el único, se sabe que Jeremy Strong (Succession) tiene casa en Dinamarca porque la vida es más chill ahí, no hay tanto fanatismo desbordado.
Por eso, la gran pregunta que me surge, y que necesito repetir: ¿hasta qué punto están obligados a sacarse una foto con nosotros, a firmarnos algo solo por el simple hecho de ser famosos? ¿Es parte de ese contrato implícito?