
Como se sabe, cada 13 de junio se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Piel, una jornada destinada a concientizar sobre la importancia de la prevención y el cuidado de la piel, especialmente frente a la exposición solar. En este sentido, el cáncer de piel se posiciona como uno de los más comunes a nivel global, pero también es uno de los más prevenibles si se detecta a tiempo y se adoptan hábitos de cuidado adecuados.
"Es fundamental recordar que la piel es nuestro órgano más grande y, también, uno de los más expuestos", subraya la dermatóloga Yael Borojovich. "El cáncer de piel es una de las formas más frecuentes de cáncer en el mundo, pero también una de las más prevenibles si se detecta a tiempo y se adoptan hábitos de cuidado adecuados”, agregó.
Con más de 1.5 millones de diagnósticos nuevos estimados en 2022, el cáncer de piel representa una preocupación de salud pública global. Solo ese año, se registraron unos 330.000 nuevos casos de melanoma en todo el mundo, con unas 60.000 personas fallecidas a causa de esta enfermedad. Los cánceres de piel se dividen en dos grandes grupos: melanoma y no melanoma.
Cáncer de Piel No Melanoma: Este es el tipo más frecuente y, en la mayoría de los casos, es curable. Afecta principalmente a personas mayores de 30 años y suele aparecer en zonas del cuerpo expuestas al sol. Dentro de este grupo se encuentran:
*Carcinoma Basocelular: Se manifiesta como úlceras que no cicatrizan, "perlas" en la piel o cambios de color sin lesión previa, siendo más común en la cara, cuello o brazos.
*Carcinoma Espinocelular: Crece rápidamente, sangra con facilidad y tiene una textura áspera o costrosa.
*Lesiones en Mucosa Bucal: Pueden presentarse como manchas blancas (leucoplasia) que crecen y se ulceran, especialmente en personas expuestas al sol o al tabaco.
Melanoma: Aunque es menos frecuente que los no melanomas, el melanoma es el tipo más agresivo debido a su capacidad de diseminarse rápidamente a otros órganos si no se detecta a tiempo. En este sentido, Borojovich explica: “Puede desarrollarse a partir de un lunar preexistente que cambia de forma, tamaño o color, o bien puede aparecer como una nueva mancha pigmentada en cualquier parte del cuerpo, incluso en zonas no expuestas al sol”.
Este tipo de cáncer afecta con mayor frecuencia a personas jóvenes, especialmente mujeres menores de 40 años, y está muy relacionado con la exposición excesiva a los rayos ultravioleta, ya sea por el sol o por el uso de camas solares.
El diagnóstico temprano del cáncer de piel mejora significativamente las posibilidades de un tratamiento exitoso. En la mayoría de los casos, el abordaje es quirúrgico y localizado.
* Carcinoma Basocelular: Suele resolverse completamente con la extirpación de la lesión y no presenta riesgo de metástasis.
* Carcinoma Espinocelular: Si no se trata a tiempo, puede tener una evolución más agresiva, por lo que se recomienda un seguimiento estricto con controles cada tres meses el primer año y luego cada seis meses.
* Melanoma: Dada su agresividad, requiere un abordaje inmediato que incluye cirugía y, en muchos casos, seguimiento oncológico.
Durante el primer año, se aconsejan controles trimestrales; en el segundo, semestrales; y luego de ese período, los controles pasan a ser anuales.
La clave está en la prevención, la autoexploración regular de la piel y las visitas periódicas al dermatólogo, en especial ante cualquier cambio sospechoso en lunares o manchas.