16/06/2025 - Edición Nº860

Internacionales

Rearme norcoreano

Corea del Norte y el rearme de Kim Jong Un: municiones y automatización

14/06/2025 | El país acelera su industria militar con fines que van más allá de su frontera: proyección global, respaldo a Rusia y mensaje de poder hacia Occidente.



La reciente orden de Kim Jong Un de incrementar la producción de proyectiles de artillería no puede leerse solo como una necesidad defensiva. Corea del Norte, históricamente aislada, parece haber encontrado un nuevo rol dentro del ajedrez geopolítico: convertirse en proveedor estratégico de municiones para aliados con intereses comunes. Según informes de la ONU, Pyongyang ha enviado más de 20.000 contenedores de armamento a Rusia, fortaleciendo así los esfuerzos bélicos del Kremlin en Ucrania.

Esta decisión no solo revela una profundización de los lazos entre Moscú y Pyongyang, sino también un rediseño del papel que Corea del Norte asume en el sistema internacional. Mientras países occidentales imponen sanciones, el régimen norcoreano transforma su aparato militar-industrial en una plataforma de influencia y legitimación externa, reforzando su valor estratégico ante un aliado nuclear como Rusia.

Tecnología, automatización y eficiencia bélica

Durante su inspección, Kim Jong Un no se limitó a pedir más volumen de producción. Habló de automatización, racionalización y expansión de capacidades, palabras que revelan una visión a mediano plazo para fortalecer la resiliencia industrial norcoreana. Lejos de una economía estancada, el país estaría avanzando hacia una reestructuración de su sector armamentístico con criterios modernos de eficiencia.

En un contexto donde las guerras son cada vez más prolongadas y logísticamente exigentes, Corea del Norte busca posicionarse no como un estado belicoso aislado, sino como un actor útil dentro de alianzas antioccidentales emergentes. La innovación tecnológica en la industria armamentista se convierte, entonces, no solo en una herramienta de defensa, sino también en un activo diplomático que refuerza su autonomía y capacidad de negociación.

¿Cambio de prioridades o mutación del mismo régimen?

Mientras Pyongyang fortalece sus vínculos con Moscú y exhibe su músculo industrial, los medios estatales han suavizado su tono hacia Corea del Sur, tras la victoria de un nuevo gobierno liberal. Esta aparente distensión sugiere que Kim podría estar redistribuyendo su atención estratégica: menos tensión regional directa y más consolidación global.

No obstante, el régimen no ha abandonado su lógica autoritaria ni su opacidad institucional. Pero sí parece estar en un proceso de redefinición funcional: de estado paria a socio de conveniencia para potencias enfrentadas con Occidente. La artillería, en este escenario, deja de ser un símbolo defensivo para convertirse en moneda de cambio geopolítico.


Fotografía cedida por la agencia estatal KCNA que muestra al líder de Corea del Norte, Kim Jong-un (c), el 11 de mayo de 2024, durante una revisión de cohetes. EFE/KCNA.

El rearme norcoreano no puede analizarse únicamente como un gesto bélico. Es parte de una estrategia de posicionamiento internacional donde tecnología, alianzas y diplomacia militar convergen para redefinir el papel de Corea del Norte en el nuevo orden global. Asimismo, buscará alianzas que le permitan desarrollar la tegnología para convertirse en una amenaza creible y quizás avanzar contra su histórico enemigo: Estados Unidos.