
En un giro inesperado, el cedi de Ghana se ha convertido en la moneda de mejor rendimiento del mundo en 2025, con una apreciación superior al 40% frente al dólar estadounidense. La noticia ha sido celebrada tanto por los mercados internacionales como por las autoridades ghanesas, que ven en este repunte una señal de fortaleza macroeconómica tras años de crisis.
En apenas seis meses, el tipo de cambio pasó de más de 15 cedis por dólar a menos de 10, impulsado por un conjunto de factores internos y externos que modificaron drásticamente el panorama económico del país.
Materias primas y remesas: los motores del repunte
Uno de los principales impulsores de esta apreciación es el alto rendimiento de las exportaciones. Ghana se ha beneficiado de precios récord del oro, que ha subido un 28% este año, además de un repunte en las exportaciones de petróleo y cacao. Estos ingresos han generado un superávit comercial inédito en la región.
Al mismo tiempo, el flujo de remesas y las inversiones extranjeras han reforzado la disponibilidad de divisas, permitiendo al Banco de Ghana realizar subastas en el mercado spot para estabilizar el tipo de cambio y contener la especulación cambiaria.
Política monetaria agresiva y apoyo del FMI
Otro elemento clave ha sido la postura firme del Banco Central, que mantuvo su tasa de interés en un elevado 28% para controlar la inflación y sostener la moneda. La inflación, que superaba el 21% en abril, bajó a 18,4% en mayo, marcando su menor nivel en casi dos años.
Este esfuerzo ha estado respaldado por un acuerdo de asistencia del FMI, que incluye financiamiento, reformas fiscales y transparencia en la gestión de la deuda. El resultado ha sido una mejora significativa en la percepción de riesgo-país y mayor confianza del mercado.
Impacto fiscal: deuda y margen de maniobra
El fortalecimiento del cedi ha tenido efectos directos sobre las finanzas públicas. Ghana ha logrado reducir en unos 150 mil millones de cedis el costo de su deuda externa, lo que se traduce en mayor espacio fiscal para salud, educación y obra pública.
Esta apreciación no sólo beneficia al gobierno, sino también a las empresas que importan insumos y a los consumidores, al contener el precio de productos importados en un contexto inflacionario global.
¿Auge sostenido o espejismo?
Aunque el repunte del cedi es una buena noticia, los analistas advierten sobre los riesgos estructurales. Ghana sigue siendo dependiente de commodities, y una caída en el precio del oro o el petróleo podría revertir los avances. Además, la economía debe lidiar con altas tasas de interés y presiones sociales.
La clave estará en consolidar reformas, diversificar exportaciones y mantener una gestión fiscal prudente. El cedi ha dado un paso firme en la recuperación, pero para que deje de ser un milagro ocasional y se convierta en una historia de éxito sostenible, queda mucho por hacer.