
por Sebastián Muzi
En el estadio Lumen Field, el Botafogo de Brasil arrancó con el pie derecho su participación en el Mundial de Clubes al imponerse 2-1 sobre el Seattle Sounders de la MLS. La escuadra brasileña mostró buen juego en la primera mitad, pero terminó sufriendo en el complemento ante la reacción del conjunto norteamericano.
El partido comenzó con un ritmo intenso de ambos equipos, aunque las situaciones más claras fueron de Botafogo: primero, un mano a mano de Igor Jesús a los 9 minutos que lo cortaron a tiempo antes de disparar; luego a los 12 un cabezazo del mismo delantero que se fue a las manos de Frey. Y 2 minutos más tarde, el arquero de Seattle se volvió a lucir tapando un gran zurdazo de Telles que tenía destino de gol.
Sin embargo, el partido fue tan electrizante en esos primeros minutos que a los 15 el equipo estadounidense tuvo una de esas jugadas que ahoga el grito en la garganta: Roldán quitó en mitad de cancha y generó una contra espectacular, que derivó primero en Rusnak y después en Ferreira, quien engañando a toda la defensa brasileña enganchó hacia la medialuna y pegó un tiro precioso que rozó el ángulo de Furtado. Iban 0-0, pero ya parecía un 3-3.
La apertura del marcador llegó, por fin, a los 28 minutos. Jair Cunha conectó un cabezazo tras un tiro libre cobrado por Alex Telles. Minutos antes del descanso, a los 43', Igor Jesús amplió la ventaja con otro gol de cabeza, dejando a los Sounders con un 0-2 camino al vestuario.
En el ST, si bien el equipo dirigido por Brian Schmetzer entró dormido y casi se come el tercero a los 48', a partir de allí cambió el chip y ejerció un dominio absoluto sobre el subcampeón de la Recopa Sudamericana. Luego de varios intentos, recién a los 75' consiguió descontar con un gol de Cristian Roldán (75'), tras una acción colectiva bien elaborada. El tanto, que significó el primero de un equipo local, encendió a los hinchas que colmaron el Lumen Field, que alentaron sin parar en un partido que hubiese tenido sabor a hazaña.
Con este resultado, Botafogo se coloca segundo en el Grupo B detrás del Paris Saint-Germain, que viene de aplastar 4-0 al Atlético Madrid. Estas posiciones obligan al conjunto de Diego Simeone no sólo a ganar los dos partidos de fase de grupos, sino a golear al menos en uno de ellos para emparejar su diferencia de gol.