
Un operativo policial en las calles de Villa Fiorito permitió la captura de Ariel Alberto Sosa, un prófugo clave en una causa por lavado de dinero proveniente del narcotráfico en la provincia de Chaco. Sosa fue detenido en la intersección de Ejército de los Andes y Antonio Filardi, cuando conducía una camioneta Toyota Hilux negra que había ingresado a Lomas de Zamora con impedimento legal, según alertó el Centro de Monitoreo local.
El detenido se presentó inicialmente como Federico Narahian Da Silva Dos Santos, de 37 años, pero al ser trasladado a la Comisaría 5ta se confirmó su verdadera identidad: Ariel Alberto Sosa, sobre quien pesa una orden de captura por lavado de activos y asociación ilícita, emitida por el Juzgado Federal del Chaco.
La detención de Sosa representa un giro importante en una causa de largo aliento que involucra a una estructura criminal conocida como el “clan Sosa”, cuyo epicentro operativo es la ciudad chaqueña de Roque Sáenz Peña. Según los investigadores, la organización familiar funciona desde al menos 2009 hasta 2022 y se dedica al tráfico de drogas y a canalizar sus ganancias mediante operaciones de lavado de dinero.
Ariel Sosa aparece mencionado como uno de los principales eslabones de esta red delictiva, junto con sus hermanos Hugo y Lucas, y su madre, Ana María Flamenco. La acusación contra él surge de una investigación que comenzó en noviembre de 2020 tras una presentación irregular de ingresos vinculados a Flamenco y una denuncia anónima que señaló a la familia Sosa como una organización dedicada al tráfico de drogas y al blanqueo de capitales.
En 2021, la fiscalía federal chaqueña a cargo de Carlos Amad inició una batería de requerimientos para perfilar el patrimonio de Sosa y su familia, incluyendo propiedades, vehículos y vínculos societarios en varias provincias. Esa investigación derivó, en abril de 2022, en un pedido de captura para siete personas, entre ellas Ariel Sosa, y una serie de allanamientos simultáneos en 23 domicilios.
De todos los buscados, hasta el momento solo se había logrado la detención de Lucas Matías Sosa, quien ya fue condenado a siete años de prisión por su rol en las maniobras de lavado. El juez Juan Manuel Iglesias, a cargo del Tribunal Oral Federal de Resistencia, también ordenó el decomiso de bienes y el pago de una multa millonaria, cuya cifra será determinada cuando la sentencia quede firme.
En su alegato, el fiscal Federico Carniel sostuvo que “esta organización criminal estuvo y está compuesta por integrantes de la familia Sosa, su entorno personal, familiar y laboral, que funcionalmente han intervenido para insertar, canalizar y recircular los fondos que se originaron del narcotráfico”, utilizando maniobras como compras inmobiliarias, vehículos de alta gama y el uso de testaferros.
La captura de Ariel Sosa reactiva el expediente que aún se encuentra en etapa de instrucción y podría acelerar nuevas medidas judiciales. Ahora deberá ser trasladado a la provincia del Chaco para ser indagado, mientras la fiscalía evalúa el avance de las causas conexas y el rastreo de los bienes obtenidos por el tráfico de drogas.
LN