17/06/2025 - Edición Nº861

Política

Condena a CFK

Luego del temblor: ¿Cómo queda el mapa de partidos tras la condena de Cristina?

17/06/2025 | La condena judicial a Cristina Fernández de Kirchner produce un temblor político de proporciones estructurales. Con su salida forzada, el sistema de partidos argentino entra en una fase de declive total y el mapa queda incierto.



El peronismo: sin conducción, sin síntesis

El suceso no se trata solo de la caída de una figura, sino de la remoción del último pilar de un orden que venía resquebrajándose desde hace años.

La primera consecuencia es obvia: el peronismo pierde su última gran referencia nacional. Desde 2010, cuando la muerte de Néstor lo dejó como un movimiento sin doble comando, Cristina funcionó como una figura de síntesis –no siempre eficaz, pero sí decisiva–. Esa capacidad de síntesis fue perdiendo efectividad a cada año, cuánto menos a nivel constructivo. A nivel destructivo Cristina y La Cámpora retuvieron un poder de veto que les permitió impedir cualquier proyecto en el que no retuvieron las riendas.

El resultado de eso fue un peronismo fragmentado y horizontalizado. Los gobernadores, como Martín Llaryora, Sergio Ziliotto o Gerardo Zamora, buscaron conservar su poder territorial sin someterse a ninguna conducción central. Ricardo Quintela, cuando intentó canalizar su construcción de poder institucionalmente,compitiendo por la conducción del PJ, se encontró, a los golpes, con los límites de la verticalidad. Axel Kicillof quedó como figura nacional con volumen, pero sin aparato propio y con una herida de guerra producida por su hermano más cercano: La Cámpora. La Cámpora, sin Cristina, pierde respaldo simbólico y se enfrenta a una crisis de sucesión: ¿puede Wado de Pedro construir algo sin estructura ni relato? ¿existen más allá de Cristina?

El PJ nacional, mientras tanto, dejó de existir como herramienta eficaz. Convirtiéndose en una sigla sin contenido, atrapada entre la nostalgia y la intrascendencia. De alguna forma paradójica la intensidad que adquiere la política tras la prisión de Cristina -o la libertad de movimientos que permite- estimula a todas las variantes del peronismo a tomar mayores riesgos, dejar rencores y cálculos de lado y quizás, así, inyectarle vida.

Juntos por el Cambio: victoria pírrica, crisis latente

Para Juntos por el Cambio, la caída de Cristina parece una victoria, pero rápidamente se convierte en problema. En principio es una victoria porque solo a Macri y Juntos por el Cambio les convenía un cimbronazo y un cambio de las reglas del juego político tan grande como el de la prisión de Cristina. La Libertad Avanza y Javier Milei gobernaban con tranquilidad y se enfrentaban con igual serenidad a unas elecciones legislativas en las que hasta coqueteaban con intentar ganarle a la principal referente de la oposición con algun candidato novato. Macri y Juntos por el Cambio lograron modificar las reglas de un juego en el que eran los principales perdedores.

¿Pero eso significa que ahora tienen chances de ganar algo? No. De hecho eso hace aun más extorsivo el movimiento político de haber presionado a la Corte. El antikirchnerismo era el único pegamento del Juntos por el Cambio. No tienen más norte ni objetivo. 

La UCR, mientras tanto, sigue encerrada en su laberinto: con figuras provinciales como Maximiliano Pullaro con buena imagen, pero sin proyecto nacional. Gerardo Morales quedó herido tras sus acuerdos frustrados y la idea de “radicalismo moderno” se diluye. JxC ya no existe como coalición estable, sino como un archipiélago en disputa.

El oficialismo libertario: poder sin adversario

Al oficialismo le convenía derrotar a Cristina en las urnas. Ahora tiene un problema que se convierte en un riesgo: ¿cómo gobernar sin antagonista?

Sin Cristina, sin peronismo ordenado y sin oposición con volumen, Milei reina en el vacío. Pero un vacío no se gobierna, apenas se ocupa. El triunfo judicial puede apurar su crisis política: sin poder culpar a nadie más será el gran centro de imputación de la sociedad argentina. Como dijo Cristina, que la metan presa no va a hacer que las familias argentinas no dejen de exigir cuatro comidas por día.

El sistema de partidos: disolución

Lo que deja la prisión de Cristina es un paisaje político sin sistema. No hay partidos con representación nacional fuerte, no hay coaliciones estables, no hay liderazgos consensuados. Lo que sobrevive son estructuras provinciales, agrupaciones de coyuntura y liderazgos mediáticos.