Israel-Irán, Estados Unidos  y retenciones: el agronegocio argentino, en la montaña rusa

A nivel global, los mercados de commodities viven días agitados, a partir de las tensiones que se generan por el conflicto bélico entre Israel e Irán. Pese a ello hay algunas señales positivas que llegan desde Estados Unidos y por los fundamentos propios de la oferta y demanda, que generan un fuerte movimiento en las pizarras de cotizaciones.

En nuestro país, los productores corren detrás de la coyuntura, con un clima que complica la siembra de trigo 2025/26 y un mayor ritmo de ventas de soja, ante el temor que genera el cambio en el mapa de los derechos de exportación que tiene una fecha límite: el próximo 30 de junio. 

“La suba del petróleo por el conflicto entre Israel e Irán genera un vuelo a la calidad por parte de los inversores, lo que beneficia a los commodities”, explicó Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral. 

Fuera de ese conflicto, remarcó que Estados Unidos “aprobó un objetivo de consumo de biodiésel mayor al esperado, lo que disparó el precio del aceite y traccionó al poroto de soja”.

En paralelo, los acercamientos diplomáticos entre norteamericanos y chinos dieron un respiro a la tensión comercial entre las dos potencias. “Este avance reduce la incertidumbre global y favorece el comercio agrícola. China está importando mucho más, especialmente desde Brasil, que venía demorado con sus embarques”, señaló.

Qué pasa con la producción en el hemisferio norte 

En cuanto a los fundamentos productivos, el clima sigue acompañando a la soja y el maíz en Estados Unidos. “Todavía falta lo más crítico en julio y agosto, pero la campaña viene muy bien”, destacó Romano.

El dato a tener en cuenta es que las exportaciones de maíz norteamericano se mantienen firmes, y el último informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) incrementó las proyecciones de exportación para el cereal de la campaña 2024/25.

Por el contrario, el trigo sigue bajo presión. “Las cosechas están estabilizadas y los fondos muy vendidos. Aun así, las exportaciones 25/26 están por encima del ritmo normal. Tal vez Chicago esté demasiado bajo”, advirtió el especialista.

Contexto local: lluvias, ventas y precios que no cierran

En Argentina, las lluvias intermitentes siguen complicando tanto la campaña de soja y maíz como la siembra fina.  “El avance de la cosecha gruesa se demora, y con eso también la siembra de trigo. La región más complicada es el noreste de Buenos Aires, que sigue anegada y podría reducir el área destinada al cereal”, estimó el docente de la Universidad Austral. 

Mientras tanto, la comercialización de soja se aceleró fuertemente y solo en la última semana se vendieron más de dos millones de toneladas de poroto. Esto se debe -en parte- a las necesidades financieras de los productores en esta parte del año, pero también por la incertidumbre que genera la vuelta a los niveles de enero de este año en materia de retenciones. 

En cuanto a precios, la nueva campaña genera inquietud a partir de cotizaciones de U$S 200 para trigo, soja en U$S 280 y maíz sobre los U$S 180. 

“En trigo se perdería dinero, salvo que sea para cerrar relaciones insumo-producto. En soja conviene esperar precios más altos”, concluyó.