19/06/2025 - Edición Nº863

Internacionales

Alerta sísmica

Un sismo de magnitud 4 sacude Ayacucho: van 401 temblores en el Perú en 2025

17/06/2025 | El temblor ocurrió ayer a la mañana en la provincia de Lucanas. No se registraron daños, pero se intensifica la preocupación por el aumento de eventos telúricos.



La región sur del Perú volvió a estremecerse este lunes por la mañana. Un sismo de magnitud 4.0 se registró a las 08:57 a.m. del 17 de junio en la provincia de Lucanas, en el departamento de Ayacucho, según informó el Instituto Geofísico del Perú (IGP). El epicentro fue ubicado a 26 kilómetros al noreste de Puquio, a una profundidad de 92 kilómetros, lo que clasifica al movimiento como un sismo de foco intermedio. Este tipo de eventos suele sentirse de forma moderada en superficie, dependiendo de la densidad poblacional y la calidad de las construcciones cercanas.

Aunque el temblor fue percibido levemente por la población de la zona, las autoridades confirmaron que no se reportaron daños materiales ni víctimas. Sin embargo, el hecho vuelve a encender las alarmas en un país que ya registra una intensa actividad sísmica en lo que va del año. La constante aparición de movimientos telúricos de baja o mediana intensidad genera una preocupación creciente, sobre todo en regiones donde las estructuras edilicias presentan vulnerabilidades históricas.

Fuerte actividad sísmica en 2025

Con este nuevo episodio, ya son 401 los sismos registrados en el Perú en 2025, de los cuales 32 ocurrieron solo en junio. El dato, confirmado por el IGP, evidencia la constante presión tectónica en la región andina y costera, ubicadas sobre el denominado "Cinturón de Fuego del Pacífico". Esta zona es una de las más activas del planeta en términos geológicos, lo que explica la frecuencia de los eventos.

A pesar de que los sismos de magnitud baja o intermedia son frecuentes en el territorio peruano, la concentración de eventos en tan corto periodo ha generado inquietud en sectores académicos y civiles. Aunque estos movimientos no generan catástrofes por sí mismos, pueden actuar como precursores de eventos mayores. La necesidad de fortalecer la cultura de prevención y preparación ciudadana se vuelve cada vez más evidente.

Prevención ante una amenaza constante

En declaraciones previas, voceros del IGP han recordado que "el Perú es un país sísmico por naturaleza" y que es crucial mantener siempre lista una mochila de emergencia, conocer las zonas seguras de evacuación y participar en los simulacros organizados por las autoridades. La conciencia ciudadana y la organización comunitaria pueden hacer la diferencia entre una evacuación eficaz y una tragedia evitable.

Durante junio, el sismo más potente fue uno de magnitud 6.1 frente al litoral de Lima y Callao, el cual generó evacuaciones preventivas y daños menores en algunas infraestructuras. La experiencia reciente reafirma la urgencia de mejorar los protocolos de respuesta en todos los niveles del Estado. Es fundamental que tanto las autoridades locales como nacionales se comprometan con planes de acción claros, financiados y con seguimiento continuo.

Una vigilancia constante

El aumento sostenido de temblores está siendo monitoreado por redes de vigilancia geofísica tanto nacionales como internacionales. Aunque por ahora no se puede predecir un gran sismo, el patrón acumulativo obliga a no bajar la guardia. Los centros de monitoreo deben contar con equipamiento actualizado y una comunicación efectiva para emitir alertas tempranas que realmente lleguen a la población.

Perú cuenta con múltiples zonas de riesgo, principalmente en la costa central y sur, donde se asientan ciudades como Lima, Arequipa, Ica y Ayacucho. En estas regiones, la convergencia de placas tectónicas puede generar terremotos de gran magnitud con potencial destructivo. El fortalecimiento de las normativas de construcción y su fiscalización es clave para reducir la vulnerabilidad de estas ciudades densamente pobladas.

La tensión continúa 

El sismo de este lunes en Ayacucho, aunque leve, es un nuevo recordatorio de la fragilidad del suelo peruano. El hecho de que en menos de seis meses se hayan producido más de 400 movimientos telúricos debe ser motivo de revisión de planes de contingencia, presupuesto de defensa civil y compromiso educativo en todos los niveles. Cada temblor, aunque pequeño, debe ser interpretado como una advertencia del entorno geológico en que se vive.

El Perú no puede evitar los sismos, pero sí puede prepararse mejor para enfrentarlos. Las cifras no deben generar pánico, pero sí acción concreta y sostenida en todos los niveles de gobierno y sociedad. Reforzar la infraestructura, capacitar a la ciudadanía y mantener información clara y actualizada son pilares de una estrategia efectiva para mitigar los impactos de futuros eventos.

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