
Durante el lunes, comenzaron a circular versiones que encendieron las alarmas en el ámbito político mexicano. El periodista Salvador García Soto afirmó que Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la República, había sido internado en el hospital ABC de Santa Fe por una obstrucción coronaria, y que tras un cateterismo habría quedado en cuidados intensivos, con un pronóstico reservado. La noticia generó especulaciones sobre una eventual salida del cargo y desató una ola de incertidumbre institucional.
Sin embargo, menos de 24 horas después, el gobierno federal desmintió de forma categórica tales afirmaciones.
El respaldo oficial fue complementado por otra figura con llegada directa al fiscal: el periodista Joaquín López-Dóriga. Mediante sus canales digitales, el comunicador afirmó que había hablado personalmente con Gertz Manero y negó de manera tajante su supuesta hospitalización. "No está internado. Está en su oficina trabajando", escribió. Su mensaje tuvo el efecto de amplificar la versión del gobierno, en un contexto en que la salud del fiscal es motivo de atención constante desde hace años.
La figura de Gertz ha estado marcada por la polémica desde su llegada a la FGR en 2019, y su estado de salud ha sido objeto de especulaciones en distintas ocasiones. A sus 85 años, ha enfrentado intervenciones médicas previas, lo que explica por qué cualquier señal sobre su integridad física se convierte rápidamente en noticia de alto impacto. Esta vez, no fue la excepción.
Aquí está la nota médica sobre el internamiento, diagnóstico y el cateterismo que le practicaron al fiscal Gertz Manero en el Hospital ABC de Santa Fe. Sería mejor informar sobre el estado de salud del titular de la @FGRMexico y no andar pretender que no paso. Si el fiscal ya… pic.twitter.com/n3JqW9HmuE
— Salvador García Soto (@SGarciaSoto) June 16, 2025
Pese a los desmentidos, la Fiscalía General de la República no emitió ningún comunicado oficial. Toda la defensa institucional quedó en manos del Ejecutivo y de figuras externas. Esa omisión alimentó las sospechas de quienes creen que se busca minimizar una situación de salud compleja. Pero hasta ahora, no hay elementos verificables que sostengan la versión del internamiento o de una crisis médica severa.
La falta de transparencia comunicacional ha sido uno de los puntos críticos de la gestión de Gertz Manero. Aunque su entorno niega cualquier problema, la ausencia de mensajes desde la propia FGR y la falta de imágenes actuales del fiscal en actividades públicas continúan generando dudas. Las aclaraciones verbales, si bien tajantes, no terminan de despejar el velo de incertidumbre.
🔴#Nacionales 🔴Rosa Icela desmiente problemas de salud de Gertz Manero
— RR Noticias (@RRNoticiasqro) June 17, 2025
Entérate aquí 👉 https://t.co/pZoijP5yNn#salud #problemas #GertzManero #FGR pic.twitter.com/BuUgZwxm5H
El episodio pone de relieve la fragilidad institucional que se genera cuando las principales figuras del aparato judicial enfrentan rumores sin mecanismos claros de información oficial. La salud de un funcionario de alto rango no es solo un asunto personal, sino también una cuestión de interés público. La negativa a emitir partes formales contribuye a la especulación.
Por ahora, el fiscal Gertz Manero sigue en funciones, amparado por desmentidos enfáticos pero sin pruebas materiales visibles. La narrativa oficial se impuso en el corto plazo, pero la falta de transparencia alimenta una tensión subyacente que puede volver a estallar ante cualquier nueva sospecha sobre su estado físico o su permanencia al frente de la FGR.