
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) convocó a un paro nacional con movilización para este miércoles 18 de junio en rechazo a la condena firme contra Cristina Fernández de Kirchner. La protesta incluye una concentración frente al domicilio de la exmandataria en el barrio de Constitución.
Frente a la medida, el Gobierno de Javier Milei fue tajante: anunció que se descontará el día a todos los empleados públicos que no se presenten a trabajar. “No vamos a financiar con fondos públicos una protesta de carácter partidario”, dijeron desde la Jefatura de Gabinete.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, también se refirió al tema en su habitual conferencia: “El que no trabaja, no cobra. Esta es una regla básica para cualquier país que quiera salir adelante”, aseguró, en tono desafiante hacia los sindicatos estatales.
Desde ATE, el secretario general Rodolfo Aguiar defendió la convocatoria: “Paramos porque están intentando borrar del mapa a una dirigente política elegida por millones. Esto no es sólo contra Cristina, es un mensaje disciplinador para todos los que se oponen al modelo del Gobierno”.
En el mismo comunicado, el gremio subrayó que la huelga tiene carácter político y es en “defensa de la democracia, contra la proscripción y la persecución judicial”. Aguiar agregó que “el fallo de la Corte no puede ser la lápida sobre la voluntad popular”.
La protesta afectará a oficinas y organismos de todos los niveles del Estado. Sin embargo, ATE garantizó que en áreas críticas como salud y seguridad habrá guardias mínimas. “No vamos a dejar de atender a la gente, pero tampoco vamos a quedarnos callados”, señalaron.
En paralelo, agrupaciones sociales como el Movimiento Evita y la Corriente Clasista y Combativa (CCC) confirmaron que se sumarán a la movilización. “Cristina es víctima de un proceso judicial armado para sacarla de la cancha”, afirmó Emilio Pérsico, referente del Evita.
Desde el oficialismo, interpretan la protesta como una reacción previsible ante un cambio de época. “Es lógico que quienes vivieron del Estado durante años se resistan. Pero se terminó el tiempo del sindicalismo extorsivo”, dijo un funcionario del Ministerio de Capital Humano.
La movilización frente a la casa de Cristina busca también enviar una señal de unidad dentro del peronismo, que atraviesa un momento de reconfiguración interna. Algunos intendentes y legisladores kirchneristas adelantaron que dirán presente.
La jornada de este miércoles será una nueva prueba de fuerza entre el Gobierno de Javier Milei y el aparato sindical. Con el conflicto judicial de fondo, la calle vuelve a ser el escenario donde se juega buena parte del futuro político argentino.