
En la antesala de la movilización convocada por sectores del peronismo en respaldo a Cristina Fernández de Kirchner, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, defendió este miércoles los controles implementados a los micros que trasladan militantes hacia la Plaza de Mayo. Según afirmó, las medidas tienen como objetivo prevenir hechos de violencia durante la jornada.
“La marcha cambió de Comodoro Py a la Plaza de Mayo, el sentido no está del todo claro, pero es lo que anunciaron los organizadores”, sostuvo Francos en diálogo con Eduardo Feinmann por Radio Mitre. Y agregó: “El Gobierno está preparado y va a desplegar todos los medios de seguridad disponibles para garantizar el orden”.
En ese marco, el funcionario justificó los controles a los micros provenientes del interior del país. “Uno tiene que controlar los elementos que se llevan, evitar cualquier intento de violencia. Me parece absolutamente normal”, declaró. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue quien ordenó los operativos en rutas clave como la Panamericana.
Francos también se refirió al respaldo que aún conserva la ex presidenta: “Es lógico pensar que hay un sector del pueblo argentino que apoya a Cristina. Es minoritario hoy en la Argentina, pero es un 25%. El otro 75% no coincide. Lo que debería haber es respeto por parte de ese sector minoritario, que no debería afectar el normal funcionamiento de la ciudad”.
Consultado sobre denuncias de ciudadanos que habrían sido obligados a identificarse o señalar su filiación política, el jefe de Gabinete dijo no tener detalles, pero minimizó las críticas: “Es parte de los controles en la calle. Hay listas de agitadores, igual que con los barras del fútbol. Las fuerzas los identifican para evitar problemas”.
En relación al flujo vehicular, Francos indicó que “hay mucha gente que está evitando venir a la Capital Federal”. “Claramente hoy va a ser como un día feriado para muchos”, señaló, sugiriendo que el temor a posibles incidentes podría estar condicionando la rutina porteña.
Sobre los recientes actos intimidatorios, que incluyeron amenazas a figuras como José Luis Espert, jueces de la Corte y periodistas, Francos fue contundente: “Lamentablemente hay desubicados que creen que con estos hechos intimidan. Están equivocados. Nadie se va a sentir intimidado”.
El operativo de seguridad se desplegará a lo largo del día en diferentes puntos estratégicos del centro porteño, especialmente alrededor de Plaza de Mayo y los accesos a la ciudad. También se espera una importante presencia policial en las inmediaciones del domicilio de Cristina Kirchner.
En el Gobierno aseguran que la movilización es una “expresión política legítima”, pero que no tolerarán desbordes. “La protesta es válida, pero sin violencia ni bloqueos. Ese límite no se cruza”, apuntaron desde el entorno de Bullrich.
Por último, Francos se refirió a posibles medidas preventivas por el conflicto en Medio Oriente y confirmó que se reforzó la seguridad en “lugares sensibles”. “No olvidamos lo que pasó con la Embajada y la AMIA. Son heridas abiertas en la memoria colectiva argentina”, concluyó.