
El reciente robo de casi 3.000 consolas Nintendo Switch 2, valoradas en más de 1.4 millones de dólares, le generó un dolor de cabeza significativo a Nintendo en plena etapa de lanzamiento de su nuevo aparato. El incidente ocurrió en un camión que transportaba las consolas desde la sede de Nintendo en Redmond, Washington, hacia una tienda GameStop en Texas.
Durante una inspección en una parada de camiones en Bennett, Colorado, el conductor descubrió que el tráiler había sido forzado y que los pallets con las consolas habían desaparecido. El impacto económico del robo es considerable, con cada consola teniendo un valor de producción de aproximadamente 410 dólares y un precio de venta al público de 499 dólares.
Las autoridades del condado de Arapahoe están investigando activamente, pero aún no está claro dónde ocurrió exactamente el robo, ya que el camión hizo varias paradas en su ruta. Los investigadores sugieren que los responsables podrían enfrentar cargos por hurto mayor, dado que el valor de lo robado supera el millón de dólares, además de posibles acusaciones por daños criminales.
Según expertos, es poco probable que estas consolas robadas aparezcan en mercados tradicionales como Craigslist o casas de empeño debido a su naturaleza rastreable. Cada Nintendo Switch 2 cuenta con un número de serie único que la compañía puede rastrear cuando los dispositivos se conectan a internet para registrar juegos o recibir actualizaciones. De hecho, Nintendo tiene la capacidad de "inutilizar" estas consolas de forma remota, convirtiéndolas en dispositivos no funcionales.