“No se la puede quitar”: así es la tobillera electrónica que deberá usar Cristina Kirchner

Cristina Fernández de Kirchner comenzó este martes a cumplir su condena de seis años de prisión bajo la modalidad de arresto domiciliario. El dispositivo central del sistema de vigilancia es una tobillera electrónica con tecnología de radiofrecuencia, que será instalada en su departamento del barrio porteño de Constitución, sobre la calle San José al 1100.

Se trata de un sistema de control diseñado para monitorear a personas que, por cuestiones médicas, edad o seguridad, acceden al beneficio de cumplir sus penas fuera de establecimientos penitenciarios. En este caso, la decisión fue tomada por el Tribunal Oral Federal N°2 tras la ratificación de la condena por parte de la Corte Suprema de Justicia en la causa Vialidad.

Según fuentes judiciales, la tobillera será colocada una vez que se completen los estudios técnicos y médicos requeridos para garantizar su correcto funcionamiento. Además del dispositivo, se instalará un sistema de radiofrecuencia en el domicilio y se asignarán dos teléfonos celulares especiales para la vigilancia.

El primero de esos teléfonos puede recibir llamados en cualquier momento del día, y debe ser respondido de forma obligatoria por la persona monitoreada. El segundo tiene la función de emitir una alerta inmediata si se detecta que Cristina Kirchner se aleja del perímetro permitido por la Justicia.

Desde el Ministerio de Seguridad confirmaron que existe disponibilidad de tobilleras para avanzar con la implementación en este caso. El sistema está actualmente en uso con más de 5.000 personas en todo el país bajo vigilancia electrónica, administradas por la Dirección de Asistencia de Personas bajo Vigilancia Electrónica.

“La tobillera no puede retirarse bajo ningún concepto sin orden judicial”, explicaron desde el Servicio Penitenciario Federal, que estará a cargo del monitoreo permanente de la exmandataria. La tecnología utilizada es resistente al agua y diseñada para detectar cualquier intento de manipulación.

La defensa de Cristina Kirchner había solicitado que no se aplicara el sistema de monitoreo electrónico. Sin embargo, los jueces Jorge Gorini, Andrés Basso y Rodrigo Giménez Uriburu rechazaron ese pedido por “falta de fundamentos lógicos y jurídicos”.

El proceso previo a la colocación incluye también un Informe Técnico de Viabilidad y otro de Condiciones Sociales y Ambientales. Ambos son necesarios para determinar si el domicilio cumple con las condiciones necesarias para garantizar un seguimiento efectivo.

Con esta resolución, Cristina Kirchner quedó oficialmente en condición de detenida, aunque no dentro de una cárcel. Su situación legal implica el cumplimiento estricto de la condena en un entorno controlado, mientras sigue vigente su inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.

La decisión marca un nuevo capítulo en el caso Vialidad, que provocó una fuerte reacción política y movilizaciones en respaldo a la exmandataria en diferentes puntos del país.