El Gobierno minimizó la movilización por Cristina y habló de “pena por la gente”

La respuesta oficial a la masiva movilización en respaldo a Cristina Kirchner no tardó en llegar, aunque fue menos pública que subterránea. Desde el Gobierno relativizaron la convocatoria del peronismo, negaron que haya habido un millón de personas y deslizaron que sintieron “pena” por los manifestantes. “Nunca supieron sumar uno más uno”, ironizaron.

Mientras desde La Cámpora estimaron una asistencia de un millón de personas entre Plaza de Mayo y zonas aledañas, en la Casa Rosada hicieron sus propios cálculos y hablaron de apenas 40.530 asistentes distribuidos en distintos puntos de la Ciudad. El contraste de versiones dejó al descubierto la batalla discursiva en torno a la calle.

El Ejecutivo buscó mostrarse indiferente frente a una manifestación que tuvo como epicentro la propia Plaza de Mayo, a metros del despacho presidencial. La jornada se desarrolló con tranquilidad, aunque desde el oficialismo habían anticipado posibles hechos violentos. Esa tensión previa no se confirmó.

Milei, por su parte, no asistió a la Casa Rosada y siguió la jornada desde Olivos. Evitó cualquier comentario sobre Cristina Kirchner o la movilización, y prefirió llenar su cuenta de X con retuits sobre inflación, crecimiento y superávit. Su entorno aseguró que “no quiso darle entidad” al acto peronista.

Sí estuvo presente Karina Milei, quien encabezó una reunión de coordinación política junto a Guillermo Francos, Lisandro Catalán, Martín Menem y otros funcionarios del círculo presidencial. También retomó su rol Manuel Adorni, con una conferencia de prensa tras su regreso del viaje oficial.

En privado, el mensaje fue claro: el Gobierno quiso transmitir normalidad institucional y desentenderse de la movilización kirchnerista. Incluso se despegaron de los dichos de José Luis Espert, quien había insultado a Florencia Kirchner días atrás. “Fue una opinión personal”, aclararon.

La Casa Rosada amaneció vallada, con un fuerte operativo de seguridad que obligó a los manifestantes a permanecer sobre el lado del Cabildo. Según los registros del Gobierno, esa decisión permitió contabilizar con más precisión la cantidad de asistentes. “La plaza no estuvo llena”, insistieron.

Mientras tanto, Cristina Kirchner continúa cumpliendo con la prisión domiciliaria dispuesta por la Justicia. En su mensaje desde redes sociales volvió a cargar contra el modelo económico libertario y advirtió que “se va a caer”. El Gobierno, por ahora, eligió no responder.

Para este jueves, está previsto que Milei retome la actividad en Casa de Gobierno con una entrevista televisiva. En su entorno aseguran que no evitará preguntas sobre la movilización, aunque tampoco buscará confrontar directamente con la figura de la ex presidenta.

El viernes, el mandatario participará de un acto por el Día de la Bandera, pero no en Rosario, como indica la tradición presidencial, sino en el Campo Argentino de Polo. “Simplemente quiso hacerlo acá”, dijeron cerca de él, dejando entrever que por ahora, la prioridad es sostener el perfil propio.