
La reciente revelación sobre el espionaje brasileño a autoridades paraguayas, inicialmente atribuida al gobierno de Jair Bolsonaro, continúa generando controversia tras conocerse que estas actividades habrían seguido bajo la administración de Luiz Inácio Lula da Silva. Según Informate PY, documentos internos obtenidos por el medio brasileño UOL confirman que la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) habría mantenido operaciones de espionaje hasta marzo de 2023.
Estos documentos señalan específicamente que la ABIN monitoreó comunicaciones y recopiló información sensible relacionada con las negociaciones sobre la hidroeléctrica Itaipú, uno de los temas más delicados en las relaciones bilaterales. La respuesta inmediata de Paraguay fue la suspensión temporal del diálogo diplomático sobre Itaipú y el retiro de su embajador en Brasil.
El gobierno brasileño negó categóricamente cualquier actividad actual de espionaje, asegurando que dichas operaciones se cancelaron a finales de marzo de 2023 tras instrucciones explícitas del presidente Lula. Itamaraty emitió un comunicado afirmando que la operación "fue autorizada en junio de 2022 y cancelada oficialmente el 27 de marzo de 2023", responsabilizando exclusivamente al gobierno anterior de Bolsonaro.
No obstante, las revelaciones recientes ponen en duda la versión oficial brasileña, llevando a la Policía Federal (PF) y al Congreso brasileño a iniciar investigaciones exhaustivas para esclarecer el alcance real de las actividades de la ABIN durante ambas administraciones.
#AHORA 🔶#OperativoDuque Documentos confirman cómo y cuándo Brasil espió al Gobierno paraguayo
— ABC Cardinal 730 AM (@ABCCardinal) June 18, 2025
🔶"Me estoy enterando ahora de esto. Como dicta el manual, vamos a leerlo detenidamente. Vamos a informarnos, vamos hacer las preguntas pertinentes para ubicarnos en el contexto de… pic.twitter.com/K0WddQwLp9
La crisis diplomática desencadenada por estas revelaciones ha llevado a un enfriamiento significativo en las relaciones entre Brasil y Paraguay. El gobierno paraguayo ha exigido explicaciones claras y creíbles para restablecer plenamente la confianza y avanzar en temas pendientes como las tarifas de Itaipú.
Por otro lado, la postura brasileña se mantiene firme en negar cualquier irregularidad bajo la gestión actual. A pesar de ello, el gobierno de Lula enfrenta ahora presión internacional para demostrar transparencia total y ofrecer garantías concretas a sus socios regionales.
Se confirma espionaje de Brasil a Paraguay. Justo antes de un viaje del ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, a Paraguay. “Los grupos de trabajo dentro de la estructura organizativa paraguaya para la renegociación produjeron miles de documentos clasificados como… pic.twitter.com/Phv2KHQ7Bk
— Ricky A (@rickyalderete) June 18, 2025
La Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) ha estado en el centro de múltiples controversias en los últimos años, siendo señalada por prácticas irregulares y por operar en ocasiones con autonomía preocupante. El caso del espionaje a Paraguay se suma a una serie de episodios que incluyen denuncias de supuesta vigilancia interna durante el gobierno de Bolsonaro.
El control efectivo de los organismos de inteligencia en Brasil es limitado, y que se requieren reformas institucionales profundas para garantizar su apego a la legalidad y a los principios democráticos. En este contexto, el nuevo escándalo resalta no solo una crisis diplomática, sino también un problema estructural que afecta la gobernabilidad interna del país.
El Pdte @SantiPenap se pronunció ante informaciones periodísticas que dicen confirmar espionaje del gobierno brasileño a Paraguay.
— Eduardo Giménez (@edugimenez93) June 18, 2025
"No tenemos ningún dato oficial, todo es medio de comunicación. Pero si estamos muy preocupados", expresó. pic.twitter.com/beG6lvGYbS
Este episodio resalta la fragilidad de las relaciones diplomáticas en América del Sur, particularmente cuando se involucran temas estratégicos como Itaipú. El espionaje, independientemente de quién lo haya iniciado, tiene potenciales consecuencias a largo plazo, erosionando la confianza mutua entre socios clave en el Mercosur.
La resolución de esta crisis dependerá en gran medida del nivel de transparencia que demuestre Brasil y de la habilidad diplomática para superar las tensiones actuales. Mientras tanto, la presión social y política en Paraguay continúa creciendo, demandando respuestas claras y una postura más contundente frente a Brasil.