
Esta semana, el Gobierno nacional oficializó la eliminación del peso mínimo de faena vacuna mediante la Resolución N° 98/2025, publicada en el Boletín Oficial y firmada por el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta.
La normativa sostiene que las regulaciones vinculadas al peso mínimo de faena “resultan innecesarias en el contexto actual” y establece que la medida comenzará a regir a partir del 1° de enero de 2026.
En líneas generales, la medida contó con el consenso de casi toda la cadena de valor ganadera, a excepción de los matarifes y abastecedores, que entendieron que esta medida es contraproducente para la actividad.
La Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), destacó que “la medida, propia de las características de un sistema en el que abundaban las prohibiciones y escaseaban los controles efectivos, tenía un objetivo que no logró cumplir: elevar el peso de los animales que se envían a faena”.
El presidente de la entidad, Daniel Urcía, sostuvo que “al igual que una gran mayoría de los integrantes de la cadena de valor de la carne vacuna consideramos que es un fin loable por el cual debemos bregar”. Y agregó: “Claramente creemos que no sirve hacerlo desde la prohibición".
El directivo consideró que si se analizan los datos de los últimos 20 años, el peso de faena no subió por la norma anterior, sino cuando la rentabilidad era la adecuada como para enviar a faena animales con más kilaje.
“Por el contrario, la falta de controles efectivos permitió que muchos operadores marginales en los distintos eslabones, hicieran negocios mientras que los que querían cumplir la norma quedaban excluidos de algunos circuitos comerciales”, sostuvo.
La única objeción planteada por Urcía fue el plazo de implementación, que será a partir de 2026. “Debería haber sido con efecto inmediato porque no genera ningún inconveniente pero, aún así, celebramos que se haya hecho porque es consecuente con la política de eliminación de normas obsoletas y que no cumplen con la finalidad para la que fueron creados”, señaló.
El presidente de Fifra estimó que con el ordenamiento de variables macroeconómicas impulsadas por la Casa Rosada y el control de la inflación, la actividad productiva vuelve a ser rentable.
“Así como los países productores de carne, sin normas de prohibición, engordan y envían animales a faena más pesados, en Argentina ocurrirá lo mismo”, gráficó.
“Promovemos trabajar con incentivos para acelerar el proceso, desde créditos para instalaciones, pasturas, genética y los propios para retención de hacienda a los efectos de que se logre agregar más kilos o la propia retención de vientres para cría”, concluyó.