
En Argentina, la forestoindustria se abastece en un 95% con madera proveniente de más de 1,3 millones de hectáreas de plantaciones forestales certificadas, más de la mitad con sellos internacionales de gestión sostenible. Con 13.000 productores y más de 6.000 empresas, el sector busca consolidarse como parte del desarrollo económico con base en bienes renovables.
En este contexto, la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) organiza el 147º Congreso Maderero los días 3 y 4 de julio en la localidad correntina de Gobernador Virasoro. El encuentro reunirá a representantes de toda la cadena para debatir sobre desarrollo productivo, sostenibilidad, proyecciones económicas y políticas del sector.
La elección de Gobernador Virasoro tiene un motivo: fue elegida sede del Congreso por ser un modelo productivo vinculado a la forestoindustria. En esa ciudad operan más de 30 aserraderos, junto con carpinterías, fábricas de muebles y la principal planta de generación eléctrica por biomasa forestal del país.
Esta localidad también cuenta con una fuerte tradición yerbatera, representada por el Establecimiento Las Marías, y con más de 550.000 hectáreas de pino y eucalipto en Corrientes. Con cerca de 50.000 habitantes, el 80% trabaja en el sector privado, vinculado mayoritariamente a la actividad forestoindustrial.
De este modo, empresas como Forestadora Tapebicuá, Las Marías, Bosques del Plata y Grupo Pomera tienen operaciones en la región. En tanto, la firma europea HS Timber Group opera en Virasoro el aserradero ACON Timber, el mayor del país, con un perfil exportador que destina el 90% de su producción al exterior.
La planta ACON Timber procesa 500.000 m³ de rollos por año, produce madera cepillada, pellets y tablas, e incorpora tecnología para aprovechar los residuos generados durante el proceso. “Este proyecto promueve un modelo de economía circular y se alinea con políticas ambientales”, indicaron desde la empresa.
En una segunda etapa, ACON Timber prevé duplicar su capacidad productiva. Además, la empresa trabaja junto al gobierno local en proyectos educativos vinculados a la industria y la capacitación de jóvenes en oficios relacionados.
En materia energética, la región también destaca por sus centrales de bioenergía. La planta FRESA, del Grupo Insud, genera 40 MW a partir de biomasa forestal. A esta se suma la central San Alonso, también del grupo, con otros 40 MW.
Con estas dos centrales, el 25% de la matriz energética provincial proviene de biomasa. El abastecimiento está asegurado por residuos de aserraderos y plantaciones de eucalipto y pino, lo que permite una integración entre industria, energía y medio rural.
El desarrollo de infraestructura vial, el acceso a la hidrovía y la existencia de un parque industrial forman parte de los elementos que permiten la expansión del ecosistema forestoindustrial en la región. Las proyecciones incluyen una mayor industrialización y el impulso de una planta de celulosa.
Para los días 3 y 4 de julio, Faima convocará a empresarios, técnicos, instituciones y autoridades al Congreso para debatir sobre tendencias y herramientas del sector. “Serán jornadas de mucho movimiento, con un cronograma de actividades, charlas y espacios pensados para enriquecer a toda la industria”, señaló Mercedes Omeñuka, presidenta de la entidad.
La agenda incluirá visitas a plantas industriales y paneles con especialistas. “Cada año nos esforzamos muchísimo para darle a nuestros miembros todas las herramientas que necesitan para crecer en un sector que puede realmente motorizar la economía nacional”, expresó Omeñuka.
La dirigente agregó que “desde nuestro primer Congreso sabemos que es un momento muy esperado para todos los que formamos parte del sector forestal y forestoindustrial”. Según detalló, el evento busca posicionar a la madera como una solución basada en la naturaleza para la mitigación del cambio climático.
“La cadena de valor, desde la forestación hasta el mueble, tiene un enorme potencial con capilaridad en todo el país”, agregó Omeñuka. También consideró que se trata de un eje con impacto en economías regionales y exportaciones. Finalmente, Omeñuka remarcó que “nuestro trabajo como empresarios industriales no se limita a nuestro saber hacer del día a día dentro de la fábrica. Somos creadores de empleo, somos creadores de marca país”.