26/07/2025 - Edición Nº900

Internacionales

Emergencia climática

Erick golpea el sur de México: un niño muerto, cortes eléctricos y daños estructurales

21/06/2025 | El huracán tocó tierra como categoría 3 y dejó un saldo trágico en Oaxaca y Guerrero. Claudia Sheinbaum supervisó personalmente la respuesta.



El huracán Erick impactó con fuerza las costas del Pacífico mexicano la madrugada, dejando tras de sí un saldo humano y material devastador. El fenómeno meteorológico tocó tierra en Santiago Pinotepa Nacional, Oaxaca, como huracán de categoría 3, con vientos sostenidos de 205 km/h, tras haber alcanzado brevemente la categoría 4 en altamar. Su paso activó de inmediato los protocolos de emergencia y puso en marcha una respuesta federal y estatal a contrarreloj para minimizar los daños.

Uno de los eventos más trágicos fue la muerte de un niño de dos años en San Marcos, Guerrero, quien fue arrastrado por una corriente mientras cruzaba un río con su madre. Además, en Oaxaca se reportó el deceso de un hombre electrocutado durante tareas de limpieza. Aunque esta última víctima no fue catalogada como una muerte “directa” por el huracán, ambos casos ilustran los riesgos críticos que acompañan a estos fenómenos naturales incluso después del paso del ciclón.

Daños en infraestructura y electricidad

El impacto de Erick se tradujo también en daños severos a la infraestructura eléctrica de las zonas afectadas. Más de 276 000 usuarios perdieron el servicio eléctrico, con alrededor del 51 % ya reconectado en las primeras 48 horas posteriores al desastre. Comunidades como Puerto Escondido, San Pedro Pochutla y Río Grande en Oaxaca fueron de las más afectadas, reportando techos desprendidos, postes caídos y árboles bloqueando las vías.

La Comisión Federal de Electricidad desplegó brigadas técnicas en coordinación con fuerzas armadas y autoridades locales para el restablecimiento del servicio. Si bien se ha logrado restaurar gran parte de la red en tiempo récord, decenas de comunidades rurales aún permanecen en condiciones críticas, sin energía ni acceso regular a agua potable.

Respuesta oficial y despliegue federal

Desde el primer momento, el gobierno federal activó el Plan DN-III-E, una estrategia de protección civil comandada por el Ejército, que desplegó más de 30 000 efectivos en Guerrero y Oaxaca. Se habilitaron cerca de 2 000 albergues temporales, y miles de personas fueron evacuadas de zonas de riesgo antes del impacto del huracán, lo que permitió reducir el número de víctimas fatales.

La presidenta Claudia Sheinbaum se trasladó personalmente a las zonas afectadas, supervisando los trabajos de limpieza, entrega de víveres y atención médica. En sus declaraciones, destacó que la experiencia previa con huracanes como Otis y John había permitido afinar la capacidad de respuesta, aunque reconoció que queda mucho por hacer en términos de infraestructura resiliente.

Crisis climática y lecciones urgentes

Expertos meteorológicos han subrayado que Erick es el primer gran huracán del año en tocar tierra con tal intensidad en ambos litorales del país. Su rápida intensificación ha sido atribuida al calentamiento de los océanos, una consecuencia directa del cambio climático. Este patrón, cada vez más frecuente, obliga a repensar las estrategias de prevención y adaptación ante fenómenos extremos.

A diferencia del huracán Otis en 2023, cuya devastación tomó por sorpresa a gran parte de las autoridades, el caso de Erick demuestra una mejora en los sistemas de alerta temprana. Sin embargo, los daños persistentes en viviendas precarias y sistemas eléctricos vulnerables revelan aún importantes brechas estructurales que México deberá atender si quiere evitar crisis mayores en el futuro inmediato.

Una prueba de liderazgo

El huracán Erick deja una marca profunda en el sur mexicano: vidas perdidas, daños materiales y comunidades enteras aún sin acceso a servicios básicos. Aunque la respuesta institucional fue oportuna y eficaz en muchos frentes, la tragedia evidencia los límites actuales del sistema de protección civil, sobre todo en zonas rurales y marginadas.

Para el gobierno de Claudia Sheinbaum, esta emergencia representa una prueba temprana de liderazgo en su mandato. Si bien la movilización fue rápida y visible, la recuperación tomará tiempo y requerirá no solo recursos, sino voluntad política para invertir en prevención y reconstrucción estructural. El huracán Erick no solo es un evento climático, sino un llamado urgente a reforzar la capacidad del Estado frente a una crisis ambiental que ya es presente.