Llaryora impulsa la candidatura de Calvo y desata la pelea por el Ministerio de Gobierno en Córdoba

La política cordobesa empieza a mostrar sus movimientos de cara a las elecciones provinciales y nacionales que se avecinan. En el peronismo local, la posible candidatura de Manuel Calvo para diputado nacional abre la puerta a una disputa interna que promete ser clave: su eventual salida del Ministerio de Gobierno dejaría vacante un lugar estratégico y desataría una serie de enroques y peleas por el control del gabinete.

Con una larga trayectoria en el poder, fue ministro durante la gestión de José Manuel de la Sota y vicegobernador con Juan Schiaretti. Hoy, es uno de los hombres más cercanos al gobernador Martín Llaryora y figura clave en la construcción del poder peronista en Córdoba.

El posible salto de Calvo a la Cámara baja no sólo impacta en el armado electoral, sino que también modifica la estructura del Ejecutivo provincial. En caso de confirmar su candidatura, su salida dejaría abierta una silla en un ministerio central, que será objeto de intensa disputa.

Dos nombres se perfilan como principales candidatos a sucederlo: Miguel Siciliano, jefe del bloque peronista en la Legislatura, y Julián López, actual ministro de Justicia. Ambos cuentan con experiencia y respaldo dentro del oficialismo, y ya fueron colaboradores cercanos de Llaryora y Schiaretti.

Sin embargo, la llegada de Siciliano al gabinete podría requerir un movimiento previo: su esposa, Victoria Flores, ministra de Medio Ambiente y Economía Circular, debería dejar su cargo para evitar la presencia de una pareja en el Ejecutivo. Se especula con que Flores ocupe la segunda posición en la lista de diputados, lo que permitiría mantener el equilibrio.

Siciliano ha comenzado una gira por el interior provincial, buscando fortalecer su base territorial y reuniéndose con dirigentes del peronismo local. La intención es doble: preparar una eventual campaña y consolidar apoyos para una posible gestión en el Ministerio de Gobierno.

Por su parte, Julián López, con experiencia en áreas delicadas como el Servicio Penitenciario y la relación con el Poder Judicial, podría buscar un cambio hacia un rol menos conflictivo, dejando abierta la puerta a un recambio en Justicia.

En este contexto, aparece el nombre de Ignacio Segura, expresidente del Colegio de Abogados y asesor de Llaryora, como candidato para ocupar el Ministerio de Justicia si López decide dar un paso al costado. Segura es considerado un aliado de Llaryora con vínculos sólidos en gremios clave y en el Consejo de la Magistratura de la Nación.

En paralelo a esta disputa, la elección presenta otros desafíos para el peronismo cordobés: la ausencia de un candidato natural como Schiaretti, la ruptura con Natalia de la Sota, que podría llevarse la pata "progre" del espacio, y el fuerte crecimiento de los libertarios, que aspiran a ingresar con al menos cuatro diputados.

La vicegobernadora Myrian Prunotto también aparece como figura a tener en cuenta en la lista, aunque su futuro es incierto tras el escándalo por una "empleada fantasma" que afectó su imagen pública.

Mientras tanto, De la Sota se posiciona para confrontar con Llaryora, buscando quedarse con el sector progresista del peronismo local y con la novena banca, tradicionalmente kirchnerista, que significaría el cierre del ciclo K en Córdoba.

De cara a 2027, el peronismo cordobés se reorganiza y prepara su estrategia, con una candidatura de Calvo que puede ser el detonante de una profunda reconfiguración del gabinete y de las alianzas internas.